Almendros en flor: el color adelantado de la primavera

El cultivo de  la almendra no sólo ha enriquecido en el último milenio la gastronomía sino que también ha proporcionado un espectacular paisaje, especialmente en los meses de floración del árbol, entre los meses de enero y febrero, cuando se tiñe de llamativos colores blancos y rosáceos, que son un prólogo de la estación de la  primavera.

Este recorrido incluye varias comarcas malagueñas, con características paisajísticas muy distintas, pero unidas por el arraigo que tiene el cultivo del almendro en ellas. Así desde Periana a Ardales, se propone un largo itinerario que servirá para conocer las insólitas imágenes que proporciona este árbol en ciertas épocas del año, pero también para disfrutar de la rica gastronomía que gira en torno a la almendra. Más de un centenar de kilómetros servirán para tomar buena nota de la importancia de este fruto seco que fue introducido posiblemente por los fenicios, aunque fueron los árabes quiénes más partido culinario sacaron de él.

La comarca de la Axarquía cuenta con una importante producción de almendras, lo que indudablemente se traslada después a su gastronomía y, en los meses de enero y febrero, en estampas con los colores blanco y rosáceo. Así, merece la pena acercarse en esa época hasta la localidad de Arenas para contemplar en el camino uno de los almendrales más espectaculares de la provincia de Málaga. Por esa carretera, se puede continuar incluso hasta la aldea de Daimalos, conocida por conservar un alminar árabe del siglo XIII, que ahora hace las veces de la torre campanario de la iglesia del Cristo de la Salud.

Otro de los pueblos axárquicos que también pone en valor su paisaje con la floración del almendro es Totalán, al que se accede fácilmente desde Málaga o Rincón de la Victoria a través de una sinuosa carretera en la que se observan insólitas vistas de esta comarca. Otras localidades malagueñas donde también se pueden ver estos coloridos almendros durante estos días son Moclinejo, Macharaviaya, Comares, Riogordo, Periana, Alfarnate, Colmenar, Algarrobo o Sayalonga.

Para recorrer algunos almendrales cerca de la ciudad de Málaga basta con acercarse hasta el entorno de los Montes de Málaga o incluso en el propio parque natural del mismo nombre, donde hay numerosas concentraciones de estos árboles. También es muy recomendable ir hasta pueblos como Casabermeja, en el valle del Guadalmedina. El viajero que parte desde la ciudad de Málaga puede contemplar como en el recorrido que se hace por la carretera de las Pedrizas abundan los almendros, especialmente cuando éstos están en plena floración. Una buena opción es tomar la carretera que sube hasta la ermita de Nuestra Señora del Socorro, situada a pocos metros del casco urbano. Desde esa zona se puede contemplar una interesante perspectiva de los almendros y del propio pueblo.

Desde Casabermeja se puede tomar la carretera que lleva hasta el diseminado de Arroyo Coche y entrar en el término municipal de Almogía, donde también es posible deleitarse con las verdaderas estampas primaverales que paradójicamente se pueden disfrutar en esta época del año. Precisamente, esta localidad forma parte de un itinerario bautizado como Ruta de los Almendros, que sale también desde Málaga capital y que recorre algunos de los enclaves más interesantes de la comarca del Valle del Guadalhorce. Ya sea a pie, en bicicleta o en vehículo a motor, este recorrido introduce al visitante no sólo a las postales de almendros en flor propias de esta época del año sino también al interesante legado cultural e histórico de pueblos como Almogía, donde se puede visitar su emblemática Torre de la Vela o la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Este itinerario conduce hasta lugares tan emblemáticos de la comarca como la ermita de las Tres Cruces, situada entre los términos municipales de Almogía, Álora y Cártama. Hasta esta última localidad llega precisamente este itinerario. Allí no sólo sorprenden las postales de almendros sino la calidad de sus frutos, que se pueden degustar en cualquier época del año en platos tradicionales y dulces artesanales, como es el caso de la singular torta cartameña. Deleitarse con las imágenes de estos árboles en floración es también posible en localidades como Álora y en las inmediaciones del Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes.

Los almendros también forman parte fundamental del paisaje de Carratraca o de Ardales, pueblos situados ya en la comarca del Guadalteba. También se pueden apreciar paisajes similares en una incursión hacia la Sierra de las Nieves y, más concretamente, en los alrededores de las villas de Tolox o en Guaro, donde el almendro en flor compite con la belleza del olivar que proporciona la famosa aceituna de la variedad manzanilla aloreña.

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