Canillas de Aceituno se prepara, como cada final de abril, para recibir a unos 5.000 visitantes para disfrutar de una de las fiestas más destacadas del año: el Día de la Morcilla que, en esta ocasión, alcanza su 31ª edición. Se trata de una de las celebraciones declarada como Fiesta de Singularidad Turística por la Diputación Provincial de Málaga.
Muchos son los aspectos por los que este municipio es conocido, pero quizás sea su gastronomía una de sus mejores cartas de presentación, debido a su variada cocina y a la gran calidad de sus productos. En esta ocasión el producto protagonista es la morcilla, en diferentes elaboraciones que, junto con música y el baile hacen cada año de esta jornada un día inolvidable para los habitantes de la localidad y para los visitantes que disfrutan también al máximo.
La fiesta se celebra el último sábado de abril, coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Cabeza, que es la patrona del pueblo. El epicentro de todas las actividades está en la plaza del Ayuntamiento con la degustación gastronómica, música y baile a cargo de una orquesta y dos DJ axárquicos, mix&noise y la gran actuación de Sergio Contreras. Previamente, por la mañana, los actos se inician con una ofrenda floral en la iglesia, luego la patrona es procesionada por las calles del pueblo y, tras su encierro, comienza la fiesta de la morcilla. La morcilla de esta localidad se ha hecho muy popular debido a su sabor, y es que la forma de aliñar el producto en esta zona le da un toque especial que es muy apreciado por los miles de personas que se dan cita en el corazón del pueblo.
Quienes estén pensando en asistir deben saber que no hay problemas para aparcar el coche. El teniente de alcalde, Álvaro Hurtado, cuenta a Agro Magazine que los visitantes disponen de un parking público gratuito y también hay otro espacio a la altura del campo de fútbol municipal, en la entrada a la localidad. Por último, Canillas de Aceituno cuenta con una explanada para aparcar, denominada La Lomilla, en la salida hacia Sedella.
El día de la fiesta se reparten unas 5.000 raciones de morcilla (elaborada al estilo alpujarreño) acompañada de cerveza y vino del terreno. Son unos trescientos kilos de morcilla en total. Hurtado explica que “el Ayuntamiento compra toda la morcilla ya cocinada a las carnicerías de la localidad y luego la damos en caliente durante la degustación. Aparte, los restaurantes la incorporan en múltiples platos”.
El origen de esta fiesta se remonta a 31 años atrás, según nos narra el teniente de alcalde “aunque hubo un año que no se celebró debido al fallecimiento de un vecino muy conocido en nuestro pueblo”. Hurtado recuerda que las fiestas patronales las teníamos en esa fecha, a final de abril, pero con la emigración se pasaron al mes de agosto y por eso dejamos a final de abril la fiesta en honor a la patrona y rendimos homenaje a este alimento tan característico de nuestra localidad”.