Daniel Penchev del Chiringuito La Jábega de Torremolinos se ha convertido en el mejor espetero de la Costa del Sol tras hacerse con el primer premio en la quinta edición del Concurso de Espetos Ciudad de Toremolinos, organizado por el Círculo de Empresarios de Torremolinos, en el que participaron una treintena de profesionales del sector procedentes de diferentes municipios de la Costa del Sol.
Al ganador le acompañaron en el podium de honor, Alfonso Marín del Chiringuito Virgen del Mar de Benalmádena como segundo clasificado y Miguel León Navarrete del chiringuito La Mar Bonita de Torremolinos en tercera posición. En la categoría de categoría de aficionados y veteranos, el primer premio recayó sobre Salvador Rodríguez y José García, respectivamente.
Durante el concurso, cada participante presentó dos espetos, uno de sardinas y otro de una pieza de pescado o marisco a elegir. Los elementos que tuvo en cuenta el jurado a la hora de puntuar fueron la homogeneidad en la cocción, el punto de sal y la presentación del espeto de sardinas y de la pieza de pescado, entre otros aspectos.
El jurado estuvo presidido por Lutz Petry, asesor gastronómico; Diego Gallegos, chef propietario del restaurante Sollo, poseedor de una estrella Michelín; Arantxa López, directora de la revista gastronómica Agro; Luis Callejón, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos); Antonio Carrillo, presidente de Carta Malacitana; y Miguel Avisbal, gestor de grandes cuentas de Bodegas Barbadillo.
El presidente del CET, Adolfo Trigueros, ha calificado esta quinta edición como un verdadero éxito no sólo por la participación de los profesionales sino porque fue capaz de reunir a más de 2.000 de personas que disfrutaron de una gran fiesta gastronómica entorno al espeto.
“Con esta iniciativa no sólo pretendemos poner en valor este arte de cocina tan representativo de Málaga sino que queremos homenajear a los profesionales del sector”, ha manifestado Trigueros quien ha añadido que han logrado que este encuentro se haga un hueco por méritos propios en el calendario gastronómico de la provincia de Málaga.