La navidad es una época del año que se relaciona con un sinfín de tradiciones según cuales sean nuestras creencias sociales.
Me explico. La navidad puede ser la época familiar por antonomasia, donde las reuniones con aquellos que están más lejos durante el año es lo primordial; puede ser época de amigos, para aprovechar esos días libres, reunirte con la familia que se elige y aprovechar parar viajar por el mundo; puede ser época de fiestas, donde la gente más joven aprovecha para disfrutar de todos y cada uno de los planes de ocio navideño que puede encontrar en su ciudad, entre otras muchas más.
Pero hay algo que todas estas creencias tienen en común, y es que existe una vinculación a la navidad que es puramente objetiva: la creencia de los dulces navideños. Particularmente, los mantecados artesanales.
la autoría total de estos productos artesanales corresponde a Filomena Micaela Ruiz “la Colchona”
Comenzado desde el principio. ¿Qué es un mantecado? Según la Real Academia Española, un mantecado es un bollo amasado en manteca de cerdo. Bien, yendo un poco más lejos, el mantecado puede definirse como un dulce hecho con manteca de cerdo, harina y azúcar al que se le añade alguna esencia o saborizante, que se cocina al horno.
Y como todo producto tradicional, las historias que corren a merced de su origen son infinitas, algunas mutadas en leyendas. Como aquella que dice que fue Cristobal Colón quien halló estos dulces navideños durante el descubrimiento de América. Nada más lejos de la realidad.
La historia más verosímil se remonta al siglo XVIII, en una pequeña localidad de Sevilla conocida como Estepa. En el convento de Santa Clara se conserva un documento de 1780 en el que las monjas encargan a un vecino del municipio varias arrobas de azúcar, fanegas de cacao y libras de canela.
Este es el primer dato contrastado sobre los ingredientes que se utilizan para crear los famosos mantecados artesanales, y por ello, este convento siempre estará ligado a la historia de estos dulces. Sin embargo, la autoría total de estos productos artesanales corresponde a Filomena Micaela Ruiz “la Colchona”, una vecina del pueblo dedicada a hacer matanzas que tuvo la idea de aprovechar la manteca del cerdo para hacer un dulce durante la primera mitad del siglo XIX.
El inicio de la comercialización del mantecado se produjo en 1870 cuando «La Colchona», se los diera a su marido, que era transportista de Estepa a Córdoba, para que los vendiera en los mercados por los que pasaba. De hecho, esta mujer tuvo una segunda gran idea, más allá de su comercialización, y fue el proceso de secado de los mantecados, consiguiendo que fueran más longevos y aptos para el transporte.
Desde el año 1934, unas 15 casas en Estepa se habían convertido en pequeñas fábricas y poco a poco se fueron abriendo mercados alrededor de la localidad, expandiéndose más y más, hasta lo que es hoy, la marca de mantecados más famosos de España.
Actualmente, la fábrica más antigua es la de los herederos de La Colchona, ubicada en pleno centro del pueblo, y cuya seña de identidad es no haberse industrializado, salvo en el proceso de amasado. Esta fábrica produce unos 40.000 kilos de mantecados cada año desde el 15 de septiembre al 23 de diciembre.
Los mantecados artesanales pueden clasificarse por su forma o por los ingredientes que se utilizan para su elaboración, existiendo una gran cantidad de tipos como por ejemplo mantecados de hojaldre: conocidos también como hojaldrines u hojaldrinas, mantecados de limón, los famosos polvorones, mantecados de canela o mantecados de chocolate, entre otros.
Receta del mantecado artesanal
Y para que nadie se quede sin su mantecado artesanal, no hay mejor forma que elaborarlos por nosotros mismos en casa:
Ingredientes
250 g. de harina, 150 g. de azúcar, 175 g. de manteca de cerdo, 2 yemas de huevo, 1 cucharada de canela y semillas de sésamo crudas o ajonjolí.
Elaboración
Paso 1. Mezcla en un cuenco la manteca de cerdo con el azúcar y bate hasta obtener una crema fina. Incorpora la canela y añade un par de cucharadas de semillas de sésamo. Mientas, se seca la harina en el horno, sin llegar a tostarla. Para ello extiéndela en una bandeja de horno y sécala a 100º C.
Paso 2. Cuando la harina esté fría, viértela en el cuenco de la manteca y amasa hasta que se unan los ingredientes. A continuación, incorpora las yemas de huevo. Cuando consigas la masa, pásala a una superficie de trabajo con harina, y consigue un grosor de un dedo, estirándola.
Paso 3. Corta porciones de masa dándole forma de mantecado redondo, arrástralos por un plato con semillas de sésamo para cubrir la parte superior y deposítalos en la bandeja del horno cubierta con una lámina de teflón u otra tela. Precalienta el horno a 185º C y retíralos cuando estén dorados, en unos 15-20 minutos.
Paso 4. Por último, déjalos enfriar y…listo. ¡A seguir disfrutando de la navidad!