Los veranos de la infancia. Los del primer amor. El primer beso. Aquel verano que fuimos por primera vez al mar. ¿Te acuerdas? Las noches con amigos mientras alguien tocaba la guitarra. Las caminatas por la orilla. Los domingos que enterrábamos la fruta en la arena.
Llega otro verano. El verano es la estación que todo el año esperamos. La estación de la
luz. De los instantes inolvidables. Del calor lamiendo la piel. Si tuvieras que echar de menos algún olor cuando ya no estés, seguro que dirías uno de esos que solo hueles en verano.
El verano es salitre. Espetos de sardina humeantes. Briznas de césped cortado. Vino blanco. Brindis. Y ahora, después de todo esto, de todos estos meses de incertidumbre y desvelos, ahora toca vivir otra vez el verano, toca sentirlo y disfrutarlo. Toca viajar. Reencontrarte con los otros. Los demás. Porque somos verano. Y este, quizá, sea el tuyo. El nuestro.