Las anchoas son uno de esos tesoros del mar que a simple vista pueden parecer modestos, pero que esconden un sinfín de virtudes tanto para el paladar como para la salud. Este pequeño pescado azul, que reina en las mesas españolas en tostas, ensaladas o en su versión más clásica, sobre una rodaja de pan con mantequilla, no solo aporta sabor, sino que se ha convertido en un aliado nutricional de primer nivel.
Un alimento rico en omega 3 y proteínas
Pese a su tamaño, las anchoas son una fuente concentrada de nutrientes. Al tratarse de un pescado azul, su mayor virtud es su contenido en ácidos grasos omega 3, conocidos por su capacidad para proteger el sistema cardiovascular, reducir los niveles de colesterol y ayudar a mantener la elasticidad de las arterias. Además, su aporte en proteínas de alto valor biológico las convierte en un alimento ideal para quienes buscan mantener o ganar masa muscular de forma saludable.
Las anchoas también contienen calcio, fundamental para el cuidado de los huesos, así como vitaminas A, D y del grupo B, esenciales para el sistema nervioso y el buen funcionamiento del organismo. Otro de sus beneficios es su aporte en hierro y fósforo, lo que ayuda a combatir la fatiga y favorece la concentración.
Eso sí, quienes deben vigilar su ingesta de sal han de tener precaución, ya que las anchoas, especialmente las que se presentan en conserva, suelen tener un contenido elevado en sodio.
Las mejores anchoas de España, un manjar que trasciende fronteras
España se ha ganado una merecida fama internacional como productora de anchoas de alta calidad, y dentro de nuestras costas hay auténticos templos de este producto. Sin duda, el epicentro de las mejores anchoas se encuentra en el norte, en el mar Cantábrico, cuyas aguas frías y ricas en nutrientes proporcionan las condiciones ideales para este pescado.
Dentro del mundo gourmet, las anchoas de Santoña, en Cantabria, son consideradas las reinas absolutas. Este pequeño pueblo marinero ha convertido la elaboración de anchoas en conserva en todo un arte. Su proceso tradicional, que incluye la pesca en temporada, la maduración en salazón durante meses y el fileteado manual, da como resultado unas anchoas de textura tersa, sabor intenso y ausencia total de espinas.
Otras localidades como Laredo o Castro Urdiales, también en Cantabria, y algunas zonas del País Vasco como Getariao Bermeo, elaboran anchoas de gran calidad, muy apreciadas en el mercado. Incluso en la zona oriental de Asturias, en lugares como Llanes, se producen anchoas reconocidas por su sabor delicado y su cuidada presentación.
Cómo disfrutar de las anchoas en tu mesa
Las posibilidades gastronómicas de las anchoas son tan variadas como apetecibles. Desde la clásica tosta con pan crujiente, tomate y anchoas, hasta combinaciones más sofisticadas como las anchoas sobre burrata, en ensaladas templadas, pizzas o incluso acompañando platos de pasta.
Para apreciar todo su sabor, los expertos recomiendan que estén a temperatura ambiente antes de consumirlas, y optar siempre que sea posible por anchoas en conserva de oliva virgen extra, ya que este tipo de aceite realza su sabor y mejora su conservación.
En definitiva, las anchoas son mucho más que un simple aperitivo. Son salud, tradición y un placer para los sentidos que ha sabido conquistar a quienes buscan alimentos sabrosos y nutritivos en cada bocado. Si aún no las tienes en tu despensa, tal vez sea el momento de descubrir todo lo que este pequeño pescado puede ofrecerte.