Con la llegada de la nueva estación, los días se acortan y las temperaturas invitan a platos calientes, nutritivos y llenos de sabor. Las cremas de verduras se convierten en la mejor opción: fáciles de preparar en casa, ligeras, saludables y con el valor añadido de aprovechar los productos de temporada. Calabaza, setas, castañas, boniato o puerro se transforman en cremas aterciopeladas que combinan tradición y modernidad en la cocina.
A continuación, cinco propuestas irresistibles para llenar el otoño de aromas reconfortantes:
• Crema de calabaza con un toque de jengibre
La calabaza es, sin duda, la reina del otoño. Su carne dulce y color intenso convierten cualquier plato en un festín visual y nutritivo. Rica en betacarotenos y antioxidantes, protege la piel y fortalece el sistema inmunitario.
La receta es sencilla: se sofríe cebolla y puerro en aceite de oliva, se añade calabaza troceada y zanahoria, y se cubre con caldo de verduras. Tras unos 20 minutos de cocción, se tritura con un poco de jengibre fresco para darle un matiz picante y revitalizante. Se puede servir con pipas de calabaza tostadas por encima.
• Crema de setas con aroma de tomillo
El otoño es temporada alta de setas, y nada mejor que aprovechar su riqueza para una crema aromática y elegante. Las setas son bajas en calorías y ricas en minerales como el potasio y el fósforo, ideales para mantener la energía sin excesos.
Se prepara sofriendo ajo y cebolla, añadiendo una mezcla de champiñones, boletus o níscalos. Se cubre con caldo ligero y, tras cocinar unos 15 minutos, se tritura hasta lograr una textura suave. Un toque de nata líquida o leche evaporada realza la cremosidad, mientras que unas hojas de tomillo fresco potencian el sabor otoñal.
• Crema de boniato y zanahoria con cúrcuma
El boniato, pariente dulce de la patata, aporta fibra, vitaminas y un dulzor natural perfecto para cremas. La combinación con zanahoria y cúrcuma convierte este plato en una auténtica bomba antioxidante y antiinflamatoria.
Para cocinarla, se rehogan cebolla y puerro, se añaden boniatos y zanahorias en dados, y se cubre con caldo de pollo o verduras. Después de media hora de cocción, se tritura y se rectifica de sal y pimienta. Una pizca de cúrcuma molida aporta no solo color dorado sino también propiedades digestivas.
• Crema de castañas y puerros, un lujo de temporada
Las castañas, símbolo de los bosques otoñales, no solo se comen asadas en cucuruchos. También pueden convertirse en una crema de sabor suave y elegante. Su alto contenido en hidratos de carbono complejos las hace muy saciantes y energéticas.
La receta combina puerros rehogados en mantequilla con castañas previamente cocidas o asadas. Se añade caldo de ave y se deja hervir unos 20 minutos antes de triturar. Para un acabado gourmet, se puede servir con un chorrito de nata líquida y unas lascas de jamón crujiente.
• Crema de coliflor con manzana y nuez moscada
La coliflor, muchas veces infravalorada, es una verdura de temporada cargada de vitamina C y propiedades depurativas. Su sabor suave combina a la perfección con la acidez ligera de la manzana, que aporta frescura y equilibra el plato.
Para elaborarla, se cuece coliflor en ramilletes junto con una manzana pelada, cebolla y caldo de verduras. Una vez tierna, se tritura y se condimenta con nuez moscada y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. El resultado es una crema aterciopelada, ligera y sorprendente.
El otoño en una cuchara
Más allá de su sabor, las cremas de verduras otoñales son una forma sencilla de cuidar la salud. Aportan vitaminas, minerales y antioxidantes, ayudan a mantener una buena digestión y son una alternativa perfecta a platos más pesados.
Con estos cinco ejemplos, el otoño se convierte en la estación ideal para disfrutar de la calidez de una cuchara humeante. Recetas que, con poco esfuerzo, nos reconcilian con la cocina de temporada y con el placer de lo sencillo.