La provincia de Málaga se prepara para la Navidad

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Con la puesta en marcha de las iluminaciones navideñas en las distintas localidades de la Costa del Sol, arranca el período de fiestas que dan paso al año nuevo.

En la provincia de Málaga, de acuerdo con la tradición española, la presencia de distintos belenes supone un significativo aporte de interés cultural, antropológico y de ocio al que de por sí ya tiene el destino.

Los pueblos transforman su aspecto y las iluminaciones artísticas contrarrestan la temprana anochecida de las tardes de invierno. Caso especial lo constituye la localidad de Júzcar, el Pueblo Pitufo, en donde las luces subrayan el peculiar aspecto celeste de este municipio del Valle del Genal.

En efecto, de cara al próximo estreno mundial de ‘Los pitufos: la aldea escondida’, Sony Pictures ha promovido esta singular iluminación navideña, que arrancó el pasado 3 de diciembre con un concierto de la cantante Edurne.

En la línea de proyección de este pueblo de la Serranía, el presidente de Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo, ha recordado al respecto que “apoyamos decididamente el rol de Júzcar como pueblo pitufo; no en vano, hemos aprobado un plan de dinamización turística para esta localidad, en donde invertiremos en torno a 300.000 euros en incidir en la personalización del municipio en este sentido”.

La singularidad también se refleja en tradiciones tan arraigadas como el belén. Así, el próximo 10 de diciembre la asociación de montañismo y senderismo ‘Grupo del 17’, instalará un nacimiento en el pico de La Maroma, el techo de nuestra provincia, a 2069 metros de altitud.

El peculiar belén, realizado con material biodegradable, coronará el pico Tejeda (que la tradición rebautizó como ‘La Maroma’) durante las fechas navideñas en una iniciativa que da idea del ingenio de los malagueños para vivir la Navidad.

La instalación de este belén de altura supondrá un acicate más para los amantes del senderismo y el turismo activo y de interior, que suman un motivo más para conocer los magníficos parajes que ofrece el pico más alto de la provincia de Málaga, en la frontera con Granada.
Cercano el fin de año, llegará el turno de los belenes vivientes, que se prodigan por toda la geografía andaluza y española. En la provincia de Málaga cabe destacar dos casos muy arraigados. En Almayate, dentro de la Axarquía, los vecinos arman su belén particular.

Al otro extremo de la provincia, en Cortes de la Frontera, ya en el Valle del Guadiaro, también los vecinos participan activamente para representar las distintas escenas del nacimiento de Jesús.

En la capital malagueña, por su parte, la sede de la Diputación Provincial en calle Pacífico acoge un belén muy singular, que resume en su puesta en escena las infinitas bondades del destino de la Costa del Sol.

En resumen, se trata de un homenaje a la provincia de Málaga, que podría ser el perfecto marco para el nacimiento de Jesús. No sólo están reflejados el mar y la estética de los pueblos de interior -en cuyo entorno se refleja la escena de la Huida a Egipto-, sino que además, en este año se ha querido homenajear al Sitio de los Dólmenes, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.

Así, en las inmediaciones del Portal se puede advertir un Dolmen; la Peña de los Enamorados se alza imponente en uno de los extremos de la escena, mientras que el momento de la Anunciación a los Pastores se desarrolla en el incomparable marco de El Torcal.

Y no será el único belén interesante de la capital: en la barriada de La Mosca esperan al visitante con su extensísimo y célebre belén, con más de un millar de figuras. Y distintas cofradías -de gloria y de pasión-, entidades benéficas e instituciones públicas y privadas continúan con esta hermosa tradición del belenismo que, curiosamente, nació en la nochebuena de 1223 cuando San Francisco Asís montó el primero, hace ya 793 años.

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