El Lirio, considerado el merendero más veterano de Málaga, acaba de cerrar sus puertas. Mientras el equipo de AGRO se documentaba para este artículo, nos informaban de que este chiringuito se sumaba al obituario gastronómico de la provincia. Poco queda de la Málaga del siglo XX en lo que a restauración se refiere tras la desaparición de este y otros históricos: El Boquerón de Plata, Casa Antón, La Alegría, La Ostería, Orellana, Los Faroles, Los Peroles, Los Delfines, La Buena Sombra o La Valdepeñense. Paulatinamente han ido cesando su actividad y han dejado paso a una nueva generación de restauradores que está sabiendo recoger el testigo. Entre estos nos encontramos con auténticos ‘supervivientes’ de la revolución ‘gastro’. El Café de Chinitas, La Campana, Pimpi Florida o Venta El Túnel siguen al pie del cañón. No son muchos pero sí muy buenos y por eso queremos proponeros una mini ruta por los bares con más historia de Málaga.
~ ANTIGUA CASA DE GUARDIA
Es una de las tabernas con más solera de la capital, fundada en 1840 por José de Guardia, licorero y vinicultor malagueño. Ha pasado por varias manos y generaciones, pero eso no ha hecho que pierda su esencia. Sus dulces –Pajarete, Pedro Jiménez, Moscatel– y el vermú en un sitio con tanta historia bien merecen una visita.
Alameda Principal, 18, Málaga
~ VENTA DE ALFARNATE
Se encuentran referencias a este lugar desde el siglo XIII, de ahí que se haya ganado el sobrenombre de la ‘venta más antigua de Andalucía’. Por su ubicación geográfica –está en plena Axarquía– fue parada obligada del bandolerismo andaluz, al que dedica un museo. ¿Qué hay que probar? Migas, revuelto de tagarninas y gachas al anís.
Antigua Ctra. Málaga-Granada, km 513,
Alfarnate
~ CASA CARLOS
En 1936 Carlos Cejas Jaén inauguraba Casa Carlos junto al Palacio Miramar. Tres generaciones después el negocio sigue en manos de la familia, concretamente de Carmen María y Maria Dolores Mejías Verdugo. Nos cuentan cómo se han adaptado a los gustos del consumidor sin perder su esencia: “Los favoritos siguen siendo los callos y el gazpachuelo”.
Calle Keromnes, 6, Málaga
~ RESTAURANTE FRUTOS
100 pesetas diarias de renta en 1955, una ensaladilla rusa que volvía loco al mismísimo Julio Iglesias o el ser escenario de reuniones de altura, con Aznar y los presidentes de Francia y Bélgica. En los 62 años de funcionamiento del Frutos hay muchas anécdotas –y rica comida– que lo convierten en un histórico de la Costa.
Avda. de la Riviera, 80, Torremolinos
~ BAR LA HERRADURA
La familia Marín y La Herradura son toda una institución en El Palo, donde en 1967 inauguraron un establecimiento muy querido por su familiaridad y buen hacer. Cumplen medio siglo de vida con una carta en la que convive la tradición gastronómica y la creativida, famoso por sus mariscos, arroces y el pescaíto frito.
Calle Almería, 79, El Palo, Málaga