La llegada de turistas de Polonia a la Costa del Sol se ha incrementado hasta el mes de mayo un once por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En 2016 el aeropuerto malagueño recibió cerca de 100.000 pasajeros de este país, un 36 por ciento más que los registrados en 2015.
Por tanto, el viajero polaco sigue con su línea ascendente, un mercado que busca principalmente cultura, naturaleza e interior, relax y gastronomía, según ha indicado el director general de Turismo Costa del Sol, Arturo Bernal.
Según datos de Aena, entre enero y mayo de 2017 se han contabilizado un total de 33.657 pasajeros procedentes de Polonia en vuelo comercial hasta el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, cerca de 4.000 más que en el período enero-mayo de 2016, en que no se llegó a alcanzar los 30.000 pasajeros.
Estos viajeros se centran principalmente en los dos aeropuertos de Varsovia: el Fréderic Chopin y el de Modlin y, con menor frecuencia en los de Cracovia y Wroclaw, ha especificado Arturo Bernal. Son los dos aeródromos de la capital de Polonia los que operan con la Costa del Sol durante todos los meses del año.
Precisamente, dentro del trabajo de promoción que la Costa del Sol ejerce en el mercado polaco, a comienzos de junio el destino ha participado de un viaje de familiarización con once agencias especializadas en el sector de incentivos y reuniones profesionales, de la mano de Turismo Andaluz y a instancias de la Oficina Española de Turismo (OET) de Varsovia.
El paso por la provincia de Málaga, que ha combinado con visitas en Granada, ha permitido presentar a los profesionales del sector MICE la oferta de alojamientos y de espacios para la celebración de eventos.
Asimismo, durante el viaje de familiarización los agentes han podido conocer numerosos complementos de la oferta de la provincia de Málaga, especialmente relacionada con la gastronomía, la cultura y el turismo activo «que son las motivaciones principales de este mercado centroeuropeo», ha recordado Arturo Bernal.
Así, la Bodega Joaquín Fernández, en Ronda; el Caminito del Rey, la Hacienda El Realengo y los atractivos de las propias ciudades de Ronda y Málaga sirvieron para generar el interés de estos profesionales a la hora de decidirse por el destino en la organización de viajes de incentivos y similares.