A veces puede parecernos que todo está inventado, pero es entonces cuando viene alguien y da una vueltecita de tuerca más para ponerte por delante algo que aún no habías experimentado. Eso es justo lo que ha sucedido con Reconecta en la bodega, una experiencia donde abrir los sentidos uniendo turismo, vinos, gastronomía y autoconocimiento. Porque de eso se trata el inmiscuirte en cualquiera de estas disciplinas… Más allá del conocimiento que se adquiere, es una forma de entrenar los sentidos, dejarlos florecer y seguir sorprendiéndote a través de ellos, volviendo a dar por sentado que en este mundo de locos expandirte a través de ellos es lo más coherente para apreciar las cosas bonitas de la vida.
Con Reconecta en la bodega cuatro mujeres llenas de energía y entusiasmo han conseguido precisamente eso: crear un espacio para entrenar los sentidos. Susana, Carmen, Noelia y Justine son las cuatro patas de esta actividad pionera en la provincia de Málaga. En ella han unido la práctica del mindfulness con la cata de vinos, la gastronomía y el paisaje único de la comarca de Antequera.
Todo comienza en los aledaños de la bodega La Capuchina, en Mollina. Allí, en pleno campo, los asistentes se sumergen en la experiencia rodeados de olivos. Es el momento de quitar las máscaras y dejar entrever un poquito aquello que realmente somos, no lo de los demás ven de nosotros, para ello Noelia hace de guía a los asistentes. Tras unos breves ejercicios de toma de conciencia, el grupo camina en silencio por el campo hasta la bodega con la clara intención de agudizar algunos sentidos y poner consciencia a otros. Es entonces el momento de pisar la bodega.
En La Capuchina Susana espera al grupo. Ella es la anfitriona. Su jardín interminable lleno de colores de otoño acoge a los asistentes para todos sigan conociéndose entre una explosión de colores y naturaleza. Acto seguido, la actividad continúa en la sala de barricas, donde Noelia vuelve a tomar el testigo para comenzar la práctica de algunos ejercicios de milndfulness en la misma sala donde los vinos de La Capuchina duermen tranquilos.
Con los sentidos más a flor de piel que cuando comienza la actividad, Carmen guía al grupo hacia las viñas para hablarle del terroir, de las uvas, de los procesos de vendimia y elaboración que llevan a cabo Susana y su familia en La Capuchina y que dan como resultado unos vinos muy reconocidos en el sector.
La gastronomía también es parte esencial de Reconecta en la bodega, por eso un salón con una gran mesa destinada a compartir momentos y chimenea es el escenario perfecto para degustar unas migas, unos tomates de la huerta, un pan cateto y los vinos de La Capuchina… Es el momento de lo terrenal. El postre continúa en el jardín con unas buenas pasas de Málaga y un bizcocho de aceite de oliva virgen extra y en poco tiempo ya habrán pasado siete horas que se han sucedido volando y dejando con ganas de más y con una petición del grupo a Justine y a Carmen para que vuelvan a repetir este Reconecta en la bodega, que es sólo una de las muchas actividades que ambas han puesto en marcha para dinamizar la comarca de Antequera a través del turismo, los vinos y la gastronomía.
Carmen Aparicio y Justine Faucon son las almas mater de Taste and Slow Andalucía, una empresa que ofrece experiencias, enoturismo y el bien llamado slow tourism, donde nada se hace con prisas, pero sí con mucho cariño. Ganas, ilusión, conocimiento e inquietud no le falta a ninguna de las dos, por eso esta aventura puesta en marcha por ambas está dando mucho que hablar… Y lo que queda.
Más información: www.facebook.com/tasteandslowandalucia