“Antakira y Malvajío son dos proyectos con mucho futuro”

De Narbona Solís se puede decir muchas cosas y grandes apelativos. Quedémonos con que, tras más de 20 años en el sector, se ha convertido en una de las empresas líderes de la distribución de vinos en la mitad sur del país, con una fuerte presencia en Andalucía y, especialmente, en la Costa del Sol. Pero Narbona no solo es vino. También es un referente en alimentación gourmet y aceite virgen extra de la mejor calidad. Su pasión por los productos de la provincia le he llevado a fundar, Antakira, su bodega propia, en la zona de Sierra de Yeguas. Además, acaba de adquirir la bodega boutique Malvajío, dos proyectos con enorme potencial de futuro. Entrevistamos a Juan Carlos Narbona, fundador de Narbona Solís, un emprendedor nato que ha sabido reunir un portfolio de bodegas y marcas realmente asombroso.

¿De dónde parte Narbona Solís y qué es ahora esta gran distribuidora, no solo de vinos?

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Narbona Solís nace en Sierra de Yeguas, en la comarca de Antequera. El próximo año cumplimos el 25º aniversario. Narbona Solís recoge el testigo de mi padre, Gabriel Narbona quien tenía un pequeño despacho de vinos en el pueblo. Empezamos mi hermano Gabriel y yo. Tras fallecer éste, hace unos años, se incorporó mi otro hermano, José Narbona, quien hasta entonces, había gestionado una finca familiar que elaboraba aceite bajo la marca Cerro Castillo.

Nuestros inicios fueron en la zona de Antequera: Campillos, Mollina, Sierra Yeguas, la propia Antequera. Y, poco a poco, nos fuimos expandiendo. El primer despliegue se produjo en Málaga hace ahora 15 años. Desde nuestras instalaciones, en el Polígono El Viso, atendíamos la Costa del Sol, Málaga, Axarquía. Seguidamente, fuimos ampliando el catálogo de productos de Narbona Solís. Primero aumentando la cartera de vinos y, poco a poco, fuimos incorporando otras referencias. A día de hoy Narbona Solís se divide en tres líneas de trabajo. Tenemos la línea de vinos, una segunda de destilados Premium y Alimentación Gourmet.

De todo esto surge la idea, por parte de Narbona, de hacer nuestros productos propios como son la marca Cerro Castillo, que elabora aceite de oliva virgen extra. Tomando como base esta primera actividad, nos lanzamos a otro segmento y fundamos Bodegas Antakira, produce vinos de Málaga.

¿Tenéis bodega propia, Antakira, qué puedes decirme de ella?

Bodegas Antakira surge cuando nos planteamos elaborar vino en la zona de Mollina. Y seguidamente, también en La Axarquía. Hoy en día, poseemos un abanico de vinos bastante relevante. Estamos muy satisfechos con su trayectoria y pese a su juventud. En primer lugar, por la respuesta de los clientes, por los importantes premios obtenidos y también por los reconocimientos en las guías más importantes del país. En este sentido, una de nuestras apuestas de futuro es seguir impulsando Bodegas Antakira.

Justo cuando la bodega va viento en popa y cumpliendo objetivos, surge un nuevo proyecto. Este año, adquirimos Bodegas Malvajío (Mijas) tras adquirir el 50 % de la sociedad. Bodegas Malvajío se encuentra en Mijas y es una bodega tipo garaje, de alta gama, que elabora vinos de una calidad bastante importante. Tanto el primero como el segundo son proyectos muy interesantes para los próximos años. La incorporación de Narbona Solís responde al fantástico potencial que vemos en esta bodega de boutique.

¿Mantenéis una colaboración con Trops, no es cierto?. ¿De qué tipo?

Efectivamente. Tenemos una alian con Trops (comercializador de tropicales), para la marca Ballix Premium Gin, la conocida ginebra de mango. Es un proyecto que nace junto a Trops y, la verdad, estamos encantados. Creamos la empresa Trops Beverages al 50 %. En nuestro caso, aportamos nuestro expertise en comercialización de productos. Y también nos hemos implicado mucho en el desarrollo de la marca, que incluye diseño de la botella, logos, packaging, el tipo de ginebra. Te puedo avanzar, como novedad, que vamos a lanzar dos productos más que llevamos ensayando unos cuantos meses. Realmente, la implicación de Narbona Solís es importante. Y con toda la ilusión del mundo porque es un proyecto en el que hemos depositado muchas esperanzas.

¿Por lo que se ve, hacéis una apuesta firme por los productos agroalimentarios de Málaga?

Sí. Tenga en cuenta que con solo 19 años arranqué con una fábrica de quesos en Sierra de Yeguas con la marca El Torcal. Y siempre he buscado impulsar todos los productos que teníamos en la comarca y que entiendo pueden desarrollarse.

¿Cuáles son las claves del éxito que os ha dado un lugar preponderante como distribuidor en el canal Horeca?

Pienso que la clave de éxito está en el día a día. Ahora mismo, estamos con delegaciones en Granada, Córdoba, parte de Sevilla y Cádiz. Y en 2019 desembarcaremos en Jaén. Mi objetivo en 2020 es tener buena implantación en Sevilla. Nos estamos marcando retos que no pensábamos que iban a llegar tan rápido. Son desafíos importantes que logras al ganarte la confianza de grandes marcas como el Grupo Moët Chandon, Pago de los Capellanes, Arzuaga, Hacienda Monasterio, Ramón Bilbao, por citar algunos. Te vas ganando su confianza, como digo, y confían en ti absolutamente para su distribución en Andalucía. Cuando tienes miles de clientes y los primeros que se incorporaron cuando surgió Narbona siguen activos, te da una inmensa alegría. Señal del buen trabajo y del esfuerzo que está haciendo todo el equipo de Narbona: comercial, administración, reparto. Son un pilar fundamental sobre las que se ha sustentado el éxito de esta empresa.

¿Y marcaros retos ambiciosos impulsa bastante el crecimiento?

Sin duda. Como yo digo, los objetivos hay que marcarlos grandes, para poder pelearlos y no conformarte con lo que vaya a venir. En plena crisis, el año que menor crecimiento tuvimos fue de un 9 %. El resto, lógicamente, fueron muy superiores.

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Juan Alberto Gómez
Redactor todoterreno con más de 15 años de experiencia, en el mundo de la gastronomía, el turismo y la economía. Explorador incansable de los sabores, las cocinas del mundo y los nuevos hallazgos culinarios. Siente pasión por todo lo que rodea al mundo del vino y la enología. También de los productos de temporada y kilómetro 0, lo que viene en denominarse ‘slow food’. Hace suyas unas palabras de Cicerón: “el placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación”.