AOVE, con los cinco sentidos

aceite

El gusto y el olfato son los dos principales sentidos que se activan cuando saboreamos un aceite de oliva virgen extra. Desde el aroma que emana del oro líquido al sabor que deja en el paladar, todo ‘cocina’ una experiencia gastronómica única que forma parte de nuestro día a día. ¡Saludable y delicioso privilegio!

Pero estos dos sentidos no son los únicos que se despiertan ante el virtuosismo del AOVE. Vista, tacto e incluso el oído reaccionan por medio de innovadoras aplicaciones de este producto que van más allá del ámbito agroalimentario.

Publicidad

Gastronomía y alimentación

Es indudable que a través del gusto y por medio de los olores que emana hacemos una primera lectura de este alimento. La innovación está en la manera en la que nos llegan sus características organolépticas y los innumerables beneficios que tiene para la salud y en esa línea encontramos hoy en día interesantes reinterpretaciones del aceite de oliva virgen extra que van más allá de formatos tradicionales.

Actualmente tenemos a nuestro alcance propuestas tan vanguardistas como el aceite para untar, a modo de crema o mantequilla, que es ideal para tomar tanto en desayuno y meriendas como en cócteles o para preparar aperitivos gourmets. Otro formato que está revolucionando el cómo se consume el AOVE es el llamado caviar de aceite de oliva, que no es otra cosa que la encapsulación de tan valiosa materia prima en pequeñas perlas que concentran lo mejor de la misma.

Un acierto para uso y disfrute de los amantes del buen comer es la sal de aceite, una auténtica delicatessen. Podemos poner sobre la mesa guisos y preparados aderezados con escamas de sal de manantial bañadas y aromatizadas en nuestro oro líquido.

Esto para los que prefieren lo salado. Si estás del lado de los golosos, lo cierto es que sorprende conocer lo bien que casan los virgen extra con los sabores dulces. Están los polvorones y el turrón de aceite de oliva –ideales ahora que se acercan las fiestas–, bombones, chocolates y caramelos. Los helados también han sabido sacar lo mejor del AOVE y empieza a ser cada vez más fácil degustar una tarrina o un cucurucho que sabe –e incluso huele– a aceite de oliva.

Y para brindar esta Navidad, una sugerencia que suma el clásico gin tonic con el virgen extra, lo que aporta un extra de textura y potencia y prolonga el sabor. El mundo de la coctelería sugiere escarchar el borde de la copa con este producto. Simplemente hay que verter un poco de aceite en un plato llano y en otro azúcar. A continuación, introduce la boca de la copa en el primero y a continuación en el segundo, lo colocamos en la nevera y se deja enfriar. ¡Listo!

Cosmética y belleza

De la obviedad del gusto y el olfato al tacto… La estética es uno de los sectores que está sacándole un partido especial al zumo de oliva. Sus altas dosis de ácidos grasos esenciales facilitan, entre otros aspectos, la recuperación de los niveles de humedad natural de la piel y ese mismo ácido oleico ayuda a reconstruir las membranas celulares de la dermis, tonificándola y dotándola de mayor firmeza. La industria está aprovechando estas y otras propiedades y a día de hoy se pueden adquirir cremas y lociones hidratantes muy valoradas por el consumidor.

El aceite de oliva virgen extra no sólo aporta sus bondades a nivel de composición. Además dota a los productos cosméticos de una fluidez al tacto diferente y de un aroma difícil de definir… a naturaleza y aire libre, un perfume límpido y sin artificios. Como usuarios encontramos desde cremas de día a formulaciones específicas que previenen y/o tratan los signos de envejecimiento, protegen del sol y tratan la hidratación de todo el cuerpo.

Estas lociones hidratantes están disponibles tanto en establecimientos especializados tradicionales de cosmética natural como en tiendas online. Las grandes superficies comerciales las han incorporado igualmente a su catálogo de referencias y en los lineales se dejan ver marcas muy conocidas que han confiado en el AOVE para la fabricación de algunas de sus referencias.

Pioneros en esta utilización han sido fabricantes modestos e independientes, pequeños comercios y hasta almazaras que han experimentado con el oro líquido más allá de la agroalimentación. Así, los primeros derivados que conocieron fueron los jabones naturales, con un perfume que recuerda a los aceites de oliva y un tacto y unos beneficios interesantes para cuidar la piel.

En esta misma línea se enmarcan los aceites esenciales de AOVE, que se aplican para masajes, en fisioterapia y quiromasajismo. Estos preparados están indicados para pieles excesivamente secas, se asocian con la consecución de un cabello sano, brillante y manejable y se consideran una pócima efectiva para aliviar molestias musculares.

Vista, gusto, tacto, olfato y…

Oído. Si se preguntan cómo es posible que hasta este sentido pueda reaccionar cuando hablamos de AOVEs aquí está la respuesta: la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, una organización sin ánimo de lucro que únicamente pretende promover mejoras en el sector, lanzó hace dos años una campaña en la que se le ponía ‘voz’ al aceite de oliva. Sí, en un video que recomendamos visualizar en la plataforma YouTube –buscar ‘Toda una experiencia intensa en tu cocina’–, se muestra cómo nuestro oro líquido es un instrumento musical tanto dentro de las cocinas de España como del resto del mundo.

Como se puede comprobar, este alimento imprescindible en la dieta mediterránea no sólo se disfruta con el gusto. Con la vista, el olfato, el tacto y hasta con la audición podemos deleitarnos a base de un premium que nace de la mejor materia prima que se puede encontrar.

Publicidad