Autorizadas ayudas para las agroindustrias de aceite de oliva y aceituna de mesa

El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la concesión de ayudas por valor de 37,7 millones de euros para respaldar los proyectos de inversiones materiales e inmateriales en transformación, comercialización o desarrollo de nuevos productos agrícolas en el sector olivarero andaluz. En concreto, se han beneficiado de estas subvenciones 86 entidades dedicadas al aceite de oliva y la aceituna de mesa que, gracias a estas subvenciones, se sumergirán en procesos de modernización y transformación de la industria.

A través de esta línea de ayudas, se pretender contribuir a que la industria oleícola gane músculo empresarial, aumente la competitividad del sector del olivar de Andalucía y el valor añadido de los productos agrícolas andaluces en los mercados internacionales. Para ello, se respaldan actuaciones relativas a la implantación de nuevas tecnologías en las industrias agroalimentarias; proyectos que avanzan en el refuerzo del control y aseguramiento de la calidad y la trazabilidad de los productos; e iniciativas que impulsan el análisis del comportamiento de los mercados y estrategias de comercialización. Entre los gastos subvencionables se encuentran, por ejemplo, la adquisición o mejora de bienes inmuebles de carácter productivo o la instalación de nueva maquinaria y equipos.

Esta convocatoria de ayudas de 2020 se enmarca en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2020 y ofrece respaldo a un sector agroindustrial que es estratégico para Andalucía, ya que reúne al 20% de las industrias de esta región.

Como se establecía en sus bases reguladoras, las ayudas se destinan a personas físicas, pymes y grandes entidades que asumen la actividad de transformar, comercializar o desarrollar nuevos productos agrícolas o subproductos agrarios en el ámbito del sector oleícola y de la aceituna de mesa.

En su mayoría, las agroindustrias de Andalucía son pymes con plantillas inferiores a 250 personas pero que, en total, concentran el 24% del empleo generado por la actividad industrial en la región andaluza. Estas empresas se suelen situar en zonas rurales y tienen un gran peso en la fijación de la población a estas áreas.

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