El mañana es hoy y la producción de alimentos en los países del contexto europeo, que durante décadas se ha enfocado al “cuanto más mejor”, está cambiando su orientación hacia un modelo más sostenible y armónico con el ecosistema, empujada por la conciencia medioambiental de millones de consumidores que basan sus decisiones de compra en la búsqueda de materias primas cultivadas con el mínimo impacto hacia el entorno. Es una tendencia que confirman todos los indicadores sociales del momento que, como el ultimo estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), aseguran que los residuos químicos resultantes de los tratamientos que se utilizan en los procesos productivos a gran escala están en el foco de las preocupaciones del ciudadano medio. Para garantizar una agricultura más sostenible y en línea con la preocupaciones de los usuarios, la Unión Europea ha trazado el programa ‘De la Granja a la Mesa’, que plantea un horizonte de reducción de aditivos químicos a los procesos productivos, así como de fertilizantes a fin de garantizar la neutralidad climática en el horizonte de 2050.
Como firma 100% orgánica, Biorigen, trabaja desde su puesta en marcha en la Axarquía por llevar a la mesa del consumidor final, aguacate y mango completamente libre de pesticidas y productos químicos, en línea con la normativa de cultivo ECO que sostiene a este sello nacido en Velez Málaga; cuya línea de acción se encuentra bajo el abanico de este plan de la Unión Europa, que lleva un paso más allá en su filosofía puesto que todas las materias primas producidas y comercializadas por Biorigen se hallan completeamente libres de productos fitosanitarios; así como de fertilizantes, encaminando los suelos que sustentan sus cultivos a la productividad completamente armónica con el ecosistema.
DE LA GRANJA A LA MESA
Alimentos ecológicos con ausencia de residuos: ‘De la Granja a la Mesa’
La UE persigue el objetivo de transformar la manera de producir y de consumir alimentos en Europa para reducir la huella medioambiental de los sistemas alimentarios, reforzar su resiliencia frente a las crisis y garantizar al mismo tiempo la disponibilidad de alimentos saludables y asequibles para la población actual y para las generaciones futuras. El objetivo de las autoridades comunitarias es reducir un 50% el uso de fitosanitarios químicos más peligrosos y el uso de fertilizantes, al menos, un 20%, sin alterar la fertilidad del suelo, en 2030. Además, para ese mismo año la Comisión impulsará que el 25% de todas las tierras agrícolas se dediquen a la agricultura ecológica. Todo esto, con el fin de contribuir a la neutralidad climática de aquí a 2050, haciendo evolucionar el sistema alimentario actual de la Unión Europea hacia un modelo sostenible.
“Nuestro modelo como productores y comercializadores se encuentra plenamente alineado con los objetivos de una agricultura más respetuosa con el entorno. Pensamos que el futuro gira en torno a estos criterios y un porcentaje cada vez más elevado de consumidores así nos lo están demostrando con su decisión de compra final”, asegura Alejandro Clavero, CEO de la firma malagueña, quien apunta que este cambio de paradigma supone un compromiso cada vez más amplio por parte de sectores de la sociedad que son conscientes de que en sus decisiones del día a día está la llave del cambio.