Situada en Ronda, sus racimos de syrah maduran en silencio escuchando las historias de Finca La Nogalera, vinculada a la familia Beltrán desde 1866. Cuentan que de mayores quieren convertirse en “Perezoso”, un vino ecológico y biodinámico que lleva el nombre del sistema de antiguas albercas que rodean la finca. Estas albercas permitían que el agua se detuviese para poder lavar las frutas y hortalizas de las huertas de la Finca La Nogalera.
Aún hoy podemos observar su forma en la etiqueta de “Perezoso”, un vino que hace honor a su nombre presentándose tranquilo y pausado, ideal para interminables conversaciones en buena compañía.
Tuvimos el placer de escuchar el susurro de las viñas de la mano de Mariola López Beltrán, bióloga dedicada hoy a sus viñas y al vino que dan. Perezoso es un vino limpio y brillante que destaca, sobre todo, por sus aromas de frutos rojos como la frambuesa y la mora. Si cerramos los ojos, nos recuerda a un campo de violetas y lavanda sin perder un toque mineral y ligeramente tostado. Un vino que acompaña encantado tanto a aperitivos como a arroces o guisos. Perezoso tinto también tiene un hermano, Perezoso rosado, un vino que habla de hierbas aromáticas como el hinojo y frutos rojos como la cereza. Muy veraniego y amigo de las barbacoas.
La filosofía agrícola de la familia Gonzalo Beltrán es la clave para entender este proyecto. Han recuperado la agricultura tradicional con el respeto por la tierra y el entorno para ofrecer vinos únicos que reflejan la uva que los conforma, la tierra en la que se cultivan y el clima que los hace posibles. Actualmente se encuentran inmersos en nuevos proyectos de los que pronto tendremos noticias.
Cualquier momento y lugar es bueno para un Perezoso, pero disfrutarlo rodeado de las viñas de Finca La Nogalera es una experiencia que hay que vivir. El aire fresco, el murmullo del agua y las vistas de ensueño son el mejor maridaje para estos vinos con sello Sabor a Málaga que nos han robado el corazón.