Bosques europeos para descubrir la próxima primavera

Con la llegada de la próxima primavera, los bosques europeos despiertan en un estallido de colores y fragancias. Senderos entre imponentes árboles, ríos cristalinos y una fauna vibrante convierten a estos espacios en destinos ideales para los amantes del senderismo y la naturaleza. A continuación, presentamos cinco bosques que destacan por su belleza y por ofrecer rutas que permiten una inmersión total en paisajes de ensueño.

1. Selva de Irati (España): el corazón verde de Navarra

Ubicada en los Pirineos navarros, la Selva de Irati es el segundo hayedo-abetal más grande y mejor conservado de Europa. Este bosque es un refugio de biodiversidad, con senderos que atraviesan valles, ríos y praderas. En primavera, el deshielo da vida a cascadas y arroyos, mientras que las hayas y abetos recobran su verdor característico. Entre sus rutas destacadas está la del embalse de Irabia, un recorrido circular de 9 km rodeado de vegetación exuberante y con vistas espectaculares.

2. Bosque de Bialowieza (Polonia y Bielorrusia): el último bosque primigenio

Este bosque, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los pocos vestigios de los bosques primarios que cubrían Europa hace milenios. Ubicado en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, es el hogar del emblemático bisonte europeo. Sus rutas de senderismo permiten observar la flora y fauna en estado salvaje, destacando el sendero del Valle de Narewka, que serpentea entre robles centenarios y humedales repletos de aves.

3. Forêta de Brocéliande (Francia): entre mitos y naturaleza

En la región de Bretaña, la Forêta de Brocéliande es un bosque envuelto en leyendas artúrias, donde se dice que el mago Merlín descansó y que el caballero Lanzarote se entrenó. Más allá de su místico pasado, este bosque es un destino impresionante en primavera, cuando sus castaños y robles milenarios se cubren de hojas nuevas. El sendero del Valle sin Retorno, de 6 km, es una opción fascinante que atraviesa lagos y colinas cubiertas de brezo.

4. Black Forest (Alemania): el bosque de los cuentos de hadas

La Selva Negra, famosa por haber inspirado los relatos de los hermanos Grimm, es un lugar idílico para recorrer en primavera. Sus colinas onduladas, bosques de abetos y aldeas con casas de entramado de madera crean una atmósfera única. El Westweg, uno de los senderos más antiguos de Alemania, ofrece una travesía de 285 km desde Pforzheim hasta Basilea, aunque se pueden recorrer tramos más cortos, como la ruta de Triberg, que lleva a las cascadas más altas del país.

5. Parque Nacional de Plitvice (Croacia): un edén de agua y bosque

Si hay un lugar donde el agua y el bosque se entrelazan en perfecta armonía, es el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. Este parque, declarado Patrimonio de la Humanidad, es famoso por sus 16 lagos interconectados por cascadas y rodeados de espesos bosques. En primavera, el caudal de las cascadas está en su punto álgido y los senderos de madera flotante permiten recorrer el parque en circuitos que varían entre 3 y 18 km, según la elección del visitante.

Una primavera entre los bosques más bellos de Europa

Cada uno de estos bosques ofrece una experiencia única para los amantes del senderismo y la naturaleza. Desde la magia de Brocéliande hasta la majestuosidad de Plitvice, la primavera es el momento perfecto para descubrir estos paraísos verdes. Con rutas accesibles para todos los niveles, estos destinos garantizan una escapada inolvidable entre la frescura del follaje y el canto de los pájaros.

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