Cerezas: las protagonistas de la temporada

A finales de la primavera y comienzos del verano la cereza se convierte en la protagonista de las frutas de temporada. Su exquisito sabor, su atractivo aspecto y sus numerosos beneficios nutricionales la convierten en uno de los productos más refrescantes del mercado. 

Aunque no se conoce bien su origen geográfico, todo parece indicar que las cerezas proceden de los países que circundan el mar Negro y el mar Caspio, desde donde se expandieron hacia Europa y Asia durante el Imperio romano. Su origen etimológico también es controvertido, pero una de las teorías con más peso asegura que los griegos —que la utilizaban como remedio depurativo—, llamaban a esta fruta ‘kerasos’. Más tarde, los romanos asimilaron este término y lo hicieron propio llamando a esta fruta ‘cerasus’, de donde derivaría a la actual ‘cereza’.

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La cereza es un fruto de hueso que si se recolecta antes de tiempo no madura fuera del árbol. Por lo tanto, se debe cosechar en el momento oportuno, con un periodo muy corto de recolección, en comparación con otros árboles frutales.  El hecho de que no siga madurando una vez recogida, obliga a consumirlas lo antes posible para que no pierdan su frescura.

Esta fruta es rica en hidratos de carbono, principalmente en azúcares simples tales como la fructosa, la glucosa y la sacarosa. Su valor calórico es moderado respecto al de otras frutas. Aporta cantidades considerables de fibra, que mejora el tránsito intestinal, y diversas vitaminas en pequeñas proporciones.

Además, la cereza es una fuente de ácido fólico, muy recomendable para las mujeres embarazadas. También contiene pequeñas cantidades de minerales, destacando el potasio. En su composición existen compuestos bioactivos como las ‘antocianinas’ (localizadas en la porción carnosa de la fruta), que le confieren ese color rojizo o púrpura a la fruta, y que tienen capacidad antioxidante e inhibitoria, por lo que se consideran compuestos protectores de los vasos sanguíneos.

La cereza en Málaga

En la última temporada, la producción de cerezas en la provincia de Málaga alcanzó las 150 toneladas, según datos de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA). El territorio malagueño cuenta en la actualidad con un total de 110 hectáreas dedicadas a este cultivo. 

El municipio de Alfarnate se ha convertido en un enclave idóneo para la producción de cerezas de dulce sabor y buen grosor. Su clima y su situación geográfica, por encima de los 900 metros de altura sobre el nivel del mar, permiten que se cultiven diferentes variedades, como la ‘lapins’, la ‘burlat’ o la de ‘corazón de cabrito’, que es la más demandada. 

Este año, la cosecha en el municipio podría alcanzar los 80.000 kilos, según calcula el concejal de Economía, Hacienda, Empleo y Emprendimiento de Alfarnate, José Manuel Arrebola. Las lluvias y el frío del invierno han hecho que aguante bien la flor y que los árboles se hayan cargado de frutos. Esta producción estará destinada en su totalidad a la provincia de Málaga. 

Con el auge del cultivo de cerezos en Alfarnate y debido a la gran calidad de este producto, desde 2006 se celebra el Día de la Cereza, donde los visitantes pueden adquirir y degustar este fruto. Son numerosos los stands que componen esta feria de muestras donde, además de cerezas, se pueden comprar otros productos de la zona, como pan, dulces, hortalizas o aceite.

Este año la fiesta tendrá lugar a comienzos de verano, el próximo 25 de junio, y se ofrecerán más kilos de cerezas que otros años por la buena cosecha que se espera. Asimismo, se entregarán los tradicionales premios que reconocen tanto a entidades como a personas que colaboran con la localidad, aunque aún no se han desvelado quiénes serán los galardonados.

Además, durante el mes de abril, el municipio de Alfarnate vivió la primera edición de la fiesta dedicada a la floración de los cerezos. En japonés se denomina Sakura a este acontecimiento de la primavera, que moviliza a la población para contemplar este bello espectáculo de la naturaleza. Entre otras actividades, se repartieron flores de cerezos de papel y se pudo disfrutar de un mercado artesanal y de la visita a los campos de cerezales, todo un espectáculo natural que en los últimos años se ha convertido en un gran atractivo turístico del municipio.

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