La calabaza es uno de los grandes iconos culinarios del otoño. Su color naranja vibrante, su textura suave y su sabor naturalmente dulce la convierten en una de las verduras más versátiles de la estación. Desde cremas reconfortantes hasta guisos especiados o postres aromáticos, la calabaza se adapta a cualquier paladar y a cualquier cocina. En este reportaje exploramos cinco formas irresistibles de cocinarla, con ingredientes fáciles y resultados llenos de sabor.
Crema de calabaza clásica: el abrazo perfecto
La crema de calabaza es, probablemente, el plato otoñal por excelencia. Ligera, nutritiva y cálida, es ideal para días de frío.
Ingredientes:
– 800 g de calabaza pelada
– 1 cebolla
– 1 zanahoria
– 1 patata
– Caldo de verduras
– Aceite de oliva, sal y pimienta
Elaboración:
Pocha la cebolla en aceite hasta que esté tierna, añade la zanahoria, la patata y la calabaza troceada. Cubre con caldo y cocina 20-25 minutos. Tritura hasta lograr una crema suave. Puedes añadir un chorrito de nata o leche de coco para un toque extra de cremosidad. Sirve con pipas de calabaza tostadas o un hilo de aceite de oliva.
Calabaza asada con hierbas y miel: la receta más aromática
Asar la calabaza potencia su dulzor natural y crea una textura tierna por dentro y ligeramente caramelizada por fuera.
Ingredientes:
– Calabaza en gajos o cubos
– Miel o sirope de arce
– Tomillo o romero
– Aceite de oliva
– Sal y pimienta
Elaboración:
Mezcla la calabaza con aceite, miel, sal, pimienta y hierbas. Hornea a 200 ºC durante 30-35 minutos. Es una guarnición perfecta para carnes blancas, pescados o platos vegetarianos. Además, sirve como base para ensaladas templadas con queso feta o quinoa.
Guiso de calabaza con curry: el toque exótico
La calabaza combina de maravilla con especias, especialmente con curry, cúrcuma y comino. Este guiso es ideal para quienes buscan algo más exótico y reconfortante.
Ingredientes:
– Calabaza en cubos
– Garbanzos cocidos
– Cebolla y ajo
– Leche de coco
– Curry suave
– Aceite, sal y cilantro fresco
Elaboración:
Pocha la cebolla con ajo, añade la calabaza y el curry, rehoga unos minutos. Incorpora los garbanzos y la leche de coco. Cocina a fuego medio 20-25 minutos. Sirve con arroz basmati y un toque de cilantro. Resultado: un plato completo, nutritivo y lleno de matices.
Pasta cremosa de calabaza: una versión saludable del carbonara
La calabaza puede transformarse en una salsa sorprendentemente cremosa que recuerda a la pasta carbonara, pero en versión vegetal.
Ingredientes:
– Puré de calabaza
– Pasta corta
– Nata o queso crema
– Ajo y cebolla
– Sal, pimienta y nuez moscada
Elaboración:
Saltea el ajo y la cebolla, añade el puré de calabaza y mezcla con nata o queso crema hasta obtener una salsa untuosa. Cocina la pasta al dente y mezcla con la salsa. Añade parmesano para coronar el plato. Una receta ligera, cálida y perfecta para el otoño.
Bizcocho de calabaza especiado: el dulce del otoño
La calabaza también brilla en repostería. Su textura húmeda y su dulzor natural permiten elaborar bizcochos muy jugosos y aromáticos.
Ingredientes:
– Puré de calabaza asada
– Harina, huevos y azúcar (o panela)
– Aceite de girasol
– Canela, jengibre y nuez moscada
– Levadura
Elaboración:
Mezcla el puré con los ingredientes húmedos, agrega los secos y hornea 45 minutos a 180 ºC. El resultado es un bizcocho que llena la casa de aromas otoñales. Puedes acompañarlo de queso crema o un glaseado ligero.
Una hortaliza que nunca deja de sorprender
La calabaza es mucho más que una verdura de temporada: es una invitación a cocinar sin prisa, a jugar con sabores y a llenar la cocina de colores cálidos. Asada, en crema, en guiso, como salsa o en repostería, demuestra por qué el otoño no sería lo mismo sin ella. Es, sencillamente, la reina gastronómica de la estación.



























