Al Festival-Concurso de Arte Flamenco (Cante, Baile y Toque) en el Teatro Villamarta, se inscribieron como Paco de Algeciras y Pepe de Lucía. Los ‘Chiquitos de Algeciras’, como también se les conocía por aquel entonces participaron en la modalidad de toque y cante. Ninguno de los dos pasó desapercibido para los aficionados ni para el jurado de aquella primera edición celebrada en mayo de 1962, en la que el afamado guitarrista Juan Moreno ‘Moraíto’ fue colaborador especial.
Fueron los primeros compases del que pasaría a la historia del flamenco como Paco de Lucía, cuya memoria se conserva en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (CADF), radicado en Jerez, que invita a sumergirse en los comienzos del genial guitarrista cuando se cumplen diez años de su muerte.
En este concurso, según recogen las crónicas de entonces, Pepe -de Lucía- se llevó el premio ‘Antonio Chacón’ por su cante por malagueñas, y su hermano Paco, como tocaor, se alzó con un premio especial dotado de 4.000 pesetas -el equivalente a 24 euros de hoy-. Con apenas 14 años resultó ser «el más brillante de los guitarristas allí presentes, una auténtica futura promesa», detalla el primer biógrafo Paco de Lucía, Donn E. Pohren en ‘El arte del flamenco’ (1962), asistente al certamen flamenco. Participaron también en esa primera edición Rocío Jurado, que ganó por alegrías, Paco Toronjo, Terremoto, Jarrito, María Vargas o Antonia Vargas ‘La Perla’.
Al sonar la guitarra de aquel muchacho, hijo del también guitarrista Antonio Sánchez, el espacio enmudeció. Y no sería la única vez. Aquel certamen en Jerez de la Frontera fue un evento especial para ambos vecinos de Algeciras, no sólo porque los dio a conocer entre un selecto grupo de aficionados al flamenco, sino porque aquel concurso «es un pasaje de su niñez, que son los más bonitos que puede tener una persona», palabras del propio Paco de Lucía recogidas en ‘Paco de Lucía. Retrato de familia con guitarra’, de Juan José Téllez.
El cartel de este festival, en blanco y negro, se conserva, junto a otros materiales documentales y sonoros de Paco de Lucía (1947-25 de febrero de 2014) en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, centro de referencia en la custodia del legado del flamenco de Andalucía. En este espacio cultural, gestionado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, se ha seguido la trayectoria del maestro de Algeciras, uno de los más grandes guitarristas flamencos de todos los tiempos, desde sus primeros compases hasta sus últimos trabajos.
Crónica en ‘El Español’ sobre el Festival-Concurso de Arte Flamenco de Jerez de 1962.
En el Centro de Documentación se custodia también una amplia colección de los LP’s de Paco de Lucía, tanto los que grabó en solitario -‘Cositas buenas’, ‘Live en América’, ‘Solo quiero caminar’, ‘Canción andaluza’ o ‘Siroco’, entre otros- como aquellos en los que acompañó a grandes del flamenco como Camarón de la Isla, la Niña de la Puebla, Antonio Mairena, Juanito Valderrama o El Sevillano. A esta colección se unen los discos que grabó junto a Pepe de Lucía como los ‘Chiquitos de Algeciras’.
Inmortalizadas en el álbum fotográfico de esta institución se conservan escenas en las que Antonio Sánchez acompañó a sus hijos a la Cueva de Nerja, en Málaga, para la grabación del documental ‘Antonio en la Cueva de Nerja’ (1963), dirigida por Manuel y Fernando Pallarés. De esta grabación, en la que suena la guitarra joven pero acertada de Paco de Lucía -acompañada de su hermano mayor, Ramón de Algeciras- y la voz inconfundible de Pepe de Lucía, se guardan recortes de periódicos en los que se ofrecen detalles de la grabación y se anuncia el estreno en Málaga.
Este documental, protagonizado por Antonio Ruiz Soler ‘El Bailarín’, fue restaurado y digitalizado por la Filmoteca de Andalucía, en colaboración con el CADF, con motivo del primer centenario del nacimiento del sevillano, a partir de los materiales originales en negativo conservados en el archivo de la Filmoteca Española. En el proceso, los técnicos corrigieron desperfectos de continuidad e imagen y trataron la banda de sonido con ecualización y eliminación de ruidos de arrastre.
Los toques por taranto, rumba, caña y seguiriya de la guitarra de Paco de Lucía -y Ramón- que se oyen en ‘Antonio en la Cueva de Nerja’, junto a la voz de Pepe de Lucía, han quedado inmortalizados en esta cinta protagonizada por Antonio El Bailarín. Desde la Filmoteca, donde se custodia este legado audiovisual, se brinda a los ciudadanos la oportunidad de escuchar -sesenta años después de la grabación- el toque y cante de los ‘Chiquitos de Algeciras’.