Una apuesta por la cocina tradicional y marinera. ‘Lobito de mar’ supone un nuevo concepto del chef Dani García por aunar lo popular y lo asequible, el reto «más complejo, difícil y valiente» al que, dice, se ha enfrentado en estos 20 años de profesión.
En un local de 800 metros cuadrados que antes ocupara el restaurante El Portalón, en el bulevar Príncipe Alfonso von Hohenlo, el chef malagueño rinde homenaje al producto más autentico de su tierra. «A aquellas mañanas de sábado en que iba con mis padres a comprar marisco fresco; a las madrugadas tirando del copo con mi padre y sus amigos en la playa del Pozuelo y a los primeros espetos que probé y que mi padre ensartaba y asaba con una pasión como nunca he visto a nadie cocinar», ha destacado el chef.
El amplio local ha sido decorado por el estudio de Lázaro Rosa-Violán y cuenta con capacidad para 200 personas distribuidas en una gran barra, una zona de comedor, una terraza para 30 comensales y un reservado. Su precio medio es de 25 a 30 euros en la barra y de 45 euros en el comedor, según han indicado desde el Grupo Dani García.
Propuesta gastronómica
En ‘Lobito de mar’ hay dos cartas diferenciadas, una de tapeo y picoteo informal y otra más formal a base de mariscos, crustáceos y moluscos nacionales, frituras, espetos, recetas con atún y una amplia variedad de arroces.
Así, podrán encontrar ostras francesas y bolos, conchas finas, coquinas malagueñas, chirlas, navajas, langostas y bogavantes vivos cocinados de distintas maneras: fritos, cocidos, a la plancha, o en arroz meloso. También hay crustáceos andaluces como gamba blanca de Málaga, quisquillas de Motril, langostinos de Sanlúcar; pescados frescos del Mediterráneo y del Atlántico andaluz, frituras –boquerones, puntillitas, raya en adobo casero, jibia, etcétera–.
Las frituras serán sin gluten, aptas para celíacos, un apartado entero dedicado al atún con propuestas como tartar de descargamento de atún o canelón de atún de lomo blanco relleno de cola blanca y caviar de arenque y, además, espetos.
Por supuesto, habrá una mirada al espeto, una de sus predilecciones, «no solo por ser un emblema de la cocina malagueña y una cocción autóctona, única en el mundo, sino porque he crecido con ese aroma y lo llevo tatuado en la piel». En este nuevo restaurante habrá espetos de sardinas, de boquerones frescos, salmonetes, cigalitas, gamas rojas, langostinos de Sanlúcar y también de pescados grandes como besugos, lubinas o doradas, dependiendo de las capturas diarias. En ‘Lobito de mar’ sobresaldrán también, según García, los arroces, para lo que ha recorrido diversas zonas arroceras del país.