Del campo a la mesa: la labor de las empresas logísticas

La industria agroalimentaria ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Y Andalucía consolida su papel como líder nacional en el capítulo de exportaciones agroalimentarias. La comunidad vendió al exterior en 2017 por valor de 10.937 millones de euros, lo que da idea del tamaño y dimensión de este sector, tan ligado al campo y la agricultura. Y Málaga no es una excepción. Durante el pasado año, el sector agroalimentario de la provincia exportó 1.133,1 millones, principalmente aceite de oliva y cultivos subtropicales (aguacates y mangos).  De hecho, tanto Andalucía como la provincia, se han convertido en la huerta de Europa. Y no solo por la cercanía geográfica sino por el avance de los operadores logísticos, que son capaces de llevar cualquier fruta o verdura en un tiempo que asombra. “Desde Málaga se ha conseguido articular una red logística internacional que, en cuestión de tres días, es capaz de entregar la fruta y la verdura en Inglaterra o cualquier país de la UE”, subraya el director gerente de Surlogist, Antonio Fernández Gutiérrez.

Para que los alimentos lleguen totalmente frescos, y en perfecto estado, son necesarias una serie de condiciones, aunque, la fundamental es mantener la cadena de frío. Y esto debe cumplirse desde que salen del campo hasta que llegan al supermercado o hipermercado. En cuanto a los productores (comercializadores de fruta y verdura), deben trabajar esencialmente con proveedores logísticos que dispongan de las medidas preventivas y correctivas que garanticen la inocuidad.

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En este sentido, se debe aplicar el sistema de ‘Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC), la normativa más extendida a nivel internacional y que ampara la seguridad de los alimentos. El cumplimiento no es tarea exclusiva de los operadores logísticos sino también de la empresa de origen que, habitualmente, dispone también almacenes.

Lo que para una firma logística es lo habitual, supone años de trabajo implementando buenas prácticas y controles de seguridad. Nos referimos a operaciones como la rapidez en las operaciones de carga y descarga, para evitar cambios de temperatura; o que las puertas únicamente se abran inmediatamente antes de subir o bajar la mercancía. El transportista también debe evitar elementos indeseables como olores, polvo o contaminaciones cruzadas. La cadena logística debe ser, en este sentido, perfecta.

Entre las recomendaciones más comunes, figura la adecuada distribución de la carga, respetar cadena de frio, la utilización de transportes específicos para cada producto o una estiba cuidadosa. Para que todo esto se cumpla, a nivel internacional, existe un marco normativo denominado Transporte Internacional de Mercancías Perecederas y sobre Vehículos Especiales o (ATP).

En el caso del transporte marítimo, sucede algo parecido. “En general, los contenedores que almacenan frutas y verduras vienen protegidos en un entorno de atmósfera controlada que impide que el producto evolucione durante el viaje, que puede oscilar entre dos o tres semanas”, nos cuenta el gerente de Nieves Operador Logístico, Javier Nieves. No en vano, cuentan con un termógrafo que registra constantemente cualquier oscilación de temperatura. Como resultado, “te permite controlar la calidad desde que se recolecta en el campo y hasta que llega a destino”.

La logística, en general, ha sufrido “una modernización sin precedentes y a pasos agigantados, tanto en la carga como en el almacenaje y la distribución”, afirma Fernández Gutiérrez. Un buen ejemplo, lo constituyen los nuevos softwares informáticos que “han estimulado un dicho avance facilitando la labor y acelerando los procesos”. “Tanto es así que los propios clientes pueden tramitar sus pedidos desde casa”.

Otra novedad, es la creación, en el seno de las empresas productoras, de departamentos de logística cuando están obligados a contar con almacenes de expedición. “Como resultado”, apunta el gerente de Surlogist, “se agilizan los pasos y el trasiego de información resulta mucho más eficaz”.

“El consumidor puede sentirse más que seguro porque, en la cadena logística, existe muchísimos controles y altamente exhaustivos, tanto para el que importa como para el que exporta a otros países”, concluye el gerente de Nieves Operador Logístico.

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Juan Alberto Gómez
Redactor todoterreno con más de 15 años de experiencia, en el mundo de la gastronomía, el turismo y la economía. Explorador incansable de los sabores, las cocinas del mundo y los nuevos hallazgos culinarios. Siente pasión por todo lo que rodea al mundo del vino y la enología. También de los productos de temporada y kilómetro 0, lo que viene en denominarse ‘slow food’. Hace suyas unas palabras de Cicerón: “el placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación”.