El aceite de oliva virgen extra supera el millón de toneladas

aceite

La producción de aceite de oliva extra se recupera en la provincia de Málaga a buen ritmo. Después de que las malas condiciones meteorológicas dejarán una cosecha de baja producción en la campaña del año pasado, la de este año va a mejorar sus cifras notoriamente. El olivo es el primer cultivo de Andalucía. La superficie estimada de olivar en nuestra comunidad supera el millón y medio de hectáreas, de las que 130.286 están en la provincia de Málaga.

Alrededor de 170.000 explotaciones de olivar se extienden por todo el territorio andaluz, fundamentalmente, en Jaén, Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla, cuyo valor de producción alcanzó casi los tres mil millones de euros en 2014. Otro dato significativo para entender la importancia del olivar en la economía andaluza son los 15,67 millones de jornales que se están dando en labores asociadas al olivar de almazara durante esta campaña.

Según las previsiones que maneja la Consejería de Agricultura, el aceite de oliva que se producirá en la campaña que ahora finaliza superará el millón de toneladas, una cifra que supone un 53 por ciento más con respecto a la producción de la campaña anterior, en la que sobrepasó por poco las 600.000 toneladas. 

Aceites de calidad

Hablar de aceite de oliva en Málaga es hablar de aceites de oliva virgen extra de calidad en prácticamente todo el territorio, a pesar de no ser una de las provincias andaluzas con mayor extensión de olivar. En Málaga se cosechan una gran variedad de aceitunas, lo que hace posible también que se elaboren aceites muy diferentes entre unas comarcas y otras. Hojiblanca, manzanilla aloreña, verdial de Vélez, lechín de Sevilla, arbequina, cornicabra, picudo o nevadillo blanco, son entre otras, aceitunas que se producen en nuestra provincia, cada una de ellas con su particularidad, dando la posibilidad de encontrar en el mercado monovarietales o coupages que destacan por su calidad y que hacen que tengamos algunas de las almazaras más premiadas dentro y fuera de España.

Buen ejemplo de ello es Finca La Torre, una empresa que atesora casi una treintena de premios con sus aceites, entre ellos el Premio Alimentos de España al Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra de España y el Premio al Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra de Producción Ecológica en las últimas tres campañas (2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015) que otorga el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. También el premio al mejor aceite de oliva virgen extra en la categoría “frutado intenso” de la provincia de Málaga durante las últimas cuatro campañas concedido por la Diputación a través de la marca Sabor a Málaga.

La finca, que se encuentra a 15 minutos de Antequera, está constituida por 376 hectáreas de olivares, pastos y bosques de pinos. Se trata de una almazara que ha sabido aunar modernidad y tradición en sus procesos de producción. Esto, unido a su respeto por el producto y la dirección del joven ingeniero agrónomo Víctor Pérez Serrano le ha valido los numerosos reconocimientos que ostenta en la actualidad.

Almazaras

Nuestra provincia también atesora almazaras más tradicionales donde aún se hace aceite con el sistema de piedras y prensas. Este es el caso de Benaoliva, una pequeña almazara tradicional de origen familiar ubicada en Benagalbón que después de tres generaciones sigue atendiendo a su apuesta por la calidad ofreciendo aceites obtenidos de aceitunas del terreno exentas de cualquier producto químico.

El molino de Benagalbón es uno de los pocos que quedan en funcionamiento en toda España con arranque manual, un hecho que hace que este lugar sea un museo vivo del aceite de oliva donde la tradición familiar de los maestros molineros sigue latente. Nacho Pérez, su actual propietario, es la tercera generación de la familia a los mandos de este molino de los de antes.

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