El Aperol spritz, la chispa italiana para tus cenas de verano

En las largas y cálidas noches de verano, no hay mejor compañero para abrir una cena que un Aperol spritz. Nacido en el norte de Italia, en la región del Véneto, este cóctel ha conquistado terrazas y bares de medio mundo gracias a su frescor, su color anaranjado y ese punto de amargor que lo hace inconfundible. El secreto de su éxito está en su sencillez: apenas tres ingredientes, hielo y una rodaja de naranja. Su imagen, brillante y burbujeante, ya es casi un símbolo de las vacaciones mediterráneas.

La historia de un clásico contemporáneo

Aunque el Aperol nació en 1919 de la mano de los hermanos Barbieri en Padua, el spritz tiene raíces aún más antiguas. En el siglo XIX, soldados austrohúngaros en Italia diluían el vino con un “spritz” —es decir, un chorro— de agua con gas para suavizarlo. La mezcla con Aperol, un licor de hierbas, cáscaras de naranja amarga y ruibarbo, no se popularizó hasta mediados del siglo XX. Hoy es la bebida oficial de la dolce vita estival.

Ingredientes para un Aperol spritz perfecto

El equilibrio entre sus componentes es la clave. Para preparar un Aperol spritz como en Italia, necesitarás:

  • 3 partes de prosecco bien frío
  • 2 partes de Aperol
  • 1 parte de soda o agua con gas
  • Hielo en cubos
  • Media rodaja de naranja fresca para decorar

El prosecco, vino espumoso originario del Véneto, aporta burbuja fina y un punto frutal. El Aperol suma el amargor suave y su característico tono naranja. La soda redondea el conjunto, aligerando la mezcla sin restarle personalidad.

Paso a paso, sin coctelera y sin complicaciones

El Aperol spritz se prepara directamente en la copa, y no necesita agitarse para mantener intactas las burbujas.

  1. Llena una copa grande de vino con abundante hielo.
  2. Vierte primero el prosecco para conservar mejor su gas.
  3. Añade el Aperol, dejando que se mezcle suavemente.
  4. Completa con la soda.
  5. Remueve ligeramente con una cucharilla larga, sin agitar en exceso.
  6. Decora con la rodaja de naranja, que aportará aroma y un guiño visual.

Un truco de los bartenders italianos: no pongas nunca más de un tercio de Aperol, para evitar que el amargor eclipse al resto de sabores.

Maridajes para cenas veraniegas

El Aperol spritz es un aperitivo por naturaleza, y se lleva de maravilla con entrantes ligeros y sabores mediterráneos. Puedes servirlo con bruschettas de tomate y albahaca, tablas de quesos frescos como burrata o mozzarella, o incluso con unas gildas de aceituna, guindilla y anchoa para darle un guiño español. Su frescura limpia el paladar y abre el apetito, por lo que es ideal para acompañar desde una ensalada caprese hasta un plato de pasta fría.

Variaciones creativas para sorprender

Si quieres personalizar tu Aperol spritz, puedes probar algunas variantes sin traicionar su espíritu:

  • Spritz rosado: Sustituye el prosecco por un espumoso rosado para un toque más frutal.
  • Spritz cítrico: Añade unas gotas de zumo de pomelo rosa y un twist de su piel.
  • Spritz sin alcohol: Cambia el Aperol por un aperitivo sin alcohol de naranja amarga y sigue la misma proporción.

El ritual de verano que nunca falla

Más allá de la receta, el Aperol spritz es un ritual social. Es ese brindis entre amigos al atardecer, el sonido de las copas chocando, el hielo tintineando y el aroma de cítricos que flota en el aire. Sirve para marcar el inicio de una cena en el jardín o una reunión en la terraza. Con cada sorbo, uno se transporta mentalmente a una plaza italiana, con música de fondo y una suave brisa marina.

El Aperol spritz no es solo una bebida: es una invitación a tomarse la vida con calma, a disfrutar de las horas doradas y a saborear el verano a pequeños sorbos. Y quizá ahí radique su verdadero secreto: en recordarnos que, a veces, la felicidad cabe en una copa.

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