El arroz: el grano que conquista el mundo

El arroz es el alimento más consumido en el planeta junto con el trigo. Desde los arrozales de Asia hasta las marismas de Doñana o los deltas mediterráneos, este cereal ha sabido adaptarse a climas, culturas y mesas tan distintas como la japonesa, la india o la española. Versátil y nutritivo, se convierte en protagonista de platos humildes y festivos.

Hoy repasamos los tipos de arroz más reconocidos, cuáles destacan por su calidad y salud, y además ofrecemos tres recetas sencillas para prepararlo en casa.

Los tipos de arroz más conocidos

El mundo del arroz se clasifica principalmente según la longitud del grano: corto, medio y largo.

  • Arroz de grano corto: más redondo y con alto contenido en almidón, ideal para sushi o risottos.
  • Arroz de grano medio: se emplea en paellas y caldosos, porque absorbe el sabor sin romperse.
  • Arroz de grano largo: como el basmati o el jazmín, con granos sueltos, perfumados y ligeros.

Además, existen arroces integrales, negros y rojos, cada vez más apreciados por sus propiedades saludables.

Los mejores arroces del mundo

En el mapa internacional hay variedades que se han ganado un lugar de honor. El arroz basmati de India y Pakistán es famoso por su fragancia y ligereza. El jazmín tailandés seduce por su delicado aroma floral. El arroz bomba español, especialmente el de Calasparra y Valencia, se considera perfecto para paellas por su capacidad de absorber caldo sin pasarse de cocción.

En Italia, el carnaroli y el arborio son imprescindibles para risottos. Mientras que en Japón, el koshihikari es sinónimo de excelencia para sushi.

Los más saludables

La tendencia actual mira hacia arroces menos refinados. El arroz integral conserva la cáscara, lo que significa más fibra, minerales y saciedad. El arroz negro —también llamado «arroz prohibido» en la China imperial— es rico en antioxidantes y se considera un superalimento. El arroz rojo de origen himalayo aporta hierro y magnesio, y es habitual en dietas vegetarianas.

Aunque el blanco sigue siendo el más consumido, los nutricionistas recomiendan alternar con estas variedades más completas para mejorar la dieta diaria.

Arroz con verduras al estilo mediterráneo

Una receta fácil y colorida. Se sofríe cebolla, ajo, pimiento y calabacín en aceite de oliva. Se añade arroz de grano medio y se rehoga un minuto. Después, se incorpora caldo de verduras caliente en proporción de dos tazas por cada taza de arroz. Se cocina a fuego medio 18 minutos. Al final, se puede añadir un puñado de guisantes y un toque de azafrán o cúrcuma para dar color y aroma.


Risotto cremoso de seta

Para esta receta, lo ideal es arroz arborio o carnaroli. Se pochan chalotas con mantequilla, se añade el arroz y se remueve hasta que los granos se vuelvan translúcidos. Se va incorporando poco a poco caldo caliente, removiendo constantemente para liberar el almidón. A mitad de la cocción se añaden setas variadas salteadas. Se termina con queso parmesano rallado y una nuez de mantequilla. Resultado: un risotto cremoso y lleno de sabor.


Arroz con leche casero

El postre clásico que nunca falla. Se cuece el arroz de grano corto en leche entera con una rama de canela, piel de limón y un poco de azúcar. El truco está en remover constantemente para evitar que se pegue y lograr una textura cremosa. Se sirve frío, espolvoreado con canela en polvo. Una receta que conecta con la tradición y que siempre evoca recuerdos familiares.


El grano que une culturas

Hablar de arroz es hablar de diversidad. Cada país lo adapta a su cocina y lo transforma en símbolo de identidad. Desde una paella valenciana hasta un arroz al curry indio, pasando por un sushi japonés o un arroz caribeño con coco, este cereal demuestra que la sencillez puede ser universal.

Y lo mejor: basta con tener una cazuela, un poco de caldo y ganas de cocinar para que el arroz se convierta en protagonista de tu mesa.

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