Vinos de hielo en Quebec, un burdeos macerado en nieve carbónica, el viñedo más antiguo del mundo, los vinos de Pompeya o viñas con hilo musical son sólo algunos de los temas que recoge el original libro «Atlas de los vinos insólitos», de Pierrick Bourgault, publicado por la Editorial Jonglez.
• VINOS DE HIELO EN QUEBEC •
«Desde que Jacques Cartier descubrió este territorio en 1534, la viticultura quebequesa ha conocido numerosos fracasos. Sin embargo a los viticultores le gustan los desafíos. Las plantanciones retoman hacia 1980 con cepas adaptadas al clima como la seyval, vidal, cayuga, eona… Vigorosas y rápidas a la vez, estas variedades logran terminar su ciclo vegetativo en un tiempo récord. Los viticultores compran equipamientos inverosímiles: quemadores para recalentar las viñas, ventiladores para combatir las heladas primaverales, helicópteros para hacer descender el aire caliente hacia el suelo…»
• VIÑEDOS HEROICOS •
«A orillas del Mosela, las pendientes de los viñedos -de hasta el 65%- figuran entre las más pronunciadas del mundo. En Bremm, a orillas del Mosela, Angelina Franzen y su marido Kilian trabajan unas diez hectáreas exclusivamente a mano. Cada movimiento está calculado. «Cuando el vendimiador se apoya sobre las cepas para caminar entre las viñas, corre el riesgo de hacer caer las uvas maduras. Por eso siempre empezamos por la salida: recolecta la cepa que tiene más cerca y sigue adelante», aseguran. El trabajo dura diez veces más que en las llanuras: «Cada hectárea requiere de 1.200 a 2.000 horas de trabajo al año, frente a las 200 de las llanuras.»
• VINOS DE LA SIMA DE PADIRAC •
«En Dordoña, la magnífica sima de Padirac tiene 75 metros de profundidad y 33 metros de ancho. Medio millar de botellas numeradas de la cosecha Probus son depositadas en la sima, a 103 metros bajo tierra, para que maduren durante un año. Las condiciones son ideales: 97% de humedad y una temperatura perfectamente estable de 13º C; no hay riesgo de que el corcho se seque. La estética singular de las instalaciones parece ofrecer un lugar ideal.
Fue en septiembre de 1995, en Peshawar, Pakistán, a 20 kilómetros de las zonas tribales que visitaría días más tarde, cuando a Thomas se le ocurrió poner sobre el papel los rincones secretos que conocía en París. Durante aquel viaje de 7 meses desde Pequín hasta París, atraviesa, entre otros países, el Tíbet (en el que entra clandestinamente, escondido bajo unas mantas en un autobús nocturno), Irán, Irak y Kurdistán, pero sin subirse nunca a un avión: en barco, en autostop, en bici, a caballo, a pie, en tren o en bus, llega a París justo a tiempo para celebrar la Navidad en familia.
De regreso a su ciudad natal, pasa dos fantásticos años paseando por casi todas las calles de París para escribir, con un amigo, su primera guía sobre los secretos de la capital. Después, trabaja durante 7 años en la industria siderúrgica hasta que su pasión por el
descubrimiento vuelve a despertar. En 2005 funda su editorial y en 2006 se marcha a vivir a Venecia.
En 2013 viaja, en busca de nuevas aventuras, con su mujer y sus tres hijos durante seis meses de Venecia a Brasil haciendo paradas en Corea del Norte, Micronesia, Islas Salomón, Isla de Pascua, Perú y Bolivia.
Vive ahora en Berlin con su mujer y sus tres hijos.
La editorial Jonglez publica libros en 9 idiomas y en 35 países.


























