Tras más de un mes desde la celebración de su vigesimonovena edición, el Festival de Cine Francés de Málaga ha anunciado hoy su colaboración con Turismo y Planificación Costa del Sol y su proyecto Turismo responsable, con el que da forma a su propuesta de festival ecosostenible. De esta forma, el certamen compensará la mayor parte de la emisión de carbono realizada el pasado mes de octubre a través de la reforestación de 20 árboles en un bosque del municipio malagueño de Cómpeta.
La emisión de carbono, calculada gracias a este proyecto, corresponde a 4259 Kg de CO2, que corresponde a los 24 viajes internacionales realizados en avión para el desarrollo del festival, y se compensan con la plantación de 20 árboles de la especie pinus pinaster. El terreno de 400 hectáreas donde se realizará está ubicado en Cómpeta, Málaga, en el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Esta zona fue devastada por un incendio forestal en 2014, destruyéndose un bosque mediterráneo de pinos y encinas que va a ser restaurado mediante este proyecto de reforestación.
El festival ha reducido al 20% las impresiones en papel de programas, carteles y otros soportes físicos de promoción, apoyándose en las herramientas digitales. Además, para la movilidad de los invitados que han pasado por el 29FCFM se han usado un total de 5 coches híbridos que han realizado unos 23 transportes durante toda la semana, con la intención de reducir otra importante fuente de emisión de CO2.
De esta forma, la Alianza Francesa de Málaga pretende fomentar y aplicar en todas sus actividades culturales la posibilidad de realizarlas desde una perspectiva ecosostenible, reduciendo dichas emisiones y usando otros materiales y herramientas más respetuosos con el medioambiente.
Precisamente en esta edición se celebró una sección documental dedicada a las cuestiones climáticas en el Ateneo de Málaga, y que contó con la colaboración del canal de televisión franco-alemán ARTE.
Se proyectaron ‘Une fois que tu sais’, en el que el director Emmanuel Cappellin busca respuestas ante el colapso de nuestra civilización industrial en encuentros con expertos y científicos como Pablo Servigne, Jean-Marc Jancovici y Susanne Moser; ‘Trop chaud pour travailler’, donde Mikaël Lefrançois examina desde catástrofes sanitarias a problemas económicos y desigualdades para arrojar luz sobre el impacto del aumento de las temperaturas en el lugar de trabajo; y ‘Low Tech’, de Adrien Bellay, que muestra cómo algunos optan por invertir en una dinámica sobria en tiempos de cambio climático: la low-tech. Este enfoque ecológico consiste en concebir y difundir técnicas y conocimientos útiles, sostenibles y accesibles a todos.
“El cine es un instrumento de transformación social, y, del mismo modo, estamos convencidos de que puede ser un motor de la transición ecológica. Además de ser más eco-responsable, este año apostamos por una programación que promueve un poco más la conciencia medioambiental con películas que narran una realidad cada vez más presente en nuestras vidas y el cine”, explica el director de la Alianza Francesa de Málaga y del festival, Sullivan Benetier, haciendo referencia a la colaboración que el festival ha establecido con Turismo y Planificación Costa del Sol y su proyecto Turismo responsable para compensar la huella de carbono emitida durante la celebración del 29FCFM.
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