Virgen del Mar es uno de los establecimientos con más solera de Torre del Mar. El próximo año cumple cuatro décadas ofreciendo los mejores guisos y platos para llevar. Al frente de este exitoso negocio, se encuentra Álvaro Molina Fernández y Carolina González quienes han logrado culminar una de las ofertas más variadas y suculentas de la zona. Nada menos que 150 platos caseros de todo tipo y para cualquier temporada: arroces, carnes asadas, pescados, croquetas, empanadillas, sopas, platos de cuchara, carnes, pescados de la zona, pizzas, postres hechos a mano, etc. Si quieres descubrir este rico patrimonio gastronómico no tienes más que acercarte a la calle Doctor Fleming de Torre del Mar. Entrevistamos a Álvaro Molina.
¿El 40º aniversario está a la vuelta de la esquina?, ¿Cómo surge el proyecto ‘Virgen del Mar?
Lo funda mi padre, Antonio Marcelino Molina Martín, en 1979. El equipo actual es la segunda generación que tomó el relevo en el año 1998. Virgen del Mar arranca como un pequeño bar que ofrecía comidas caseras, en la localidad vecina de Algarrobo. El traslado a la calle Doctor Fleming de Torre del Mar, se produce en 1989-90. Ahora hemos crecido y somos más asador que bar. Y tenemos servicio de mesa al margen de nuestra gran oferta de comidas para llevar, la otra cara del negocio. Digamos que, funcionamos como restaurante, y al mismo tiempo puedes venir y llevarte comida a casa.
Fuisteis, un poco, pioneros en la zona ofreciendo comidas para llevar, ¿no?
Pues la verdad que sí. Hoy día, es común ver este tipo de negocio. En aquellos años, era poco habitual.
¿Tenéis una gama considerable de platos?
Pues sí. No sabría decirle el número exacto aunque rondamos los 150 platos, tanto en la carta del restaurante como para llevar. Estamos ubicados en la Calle Doctor Fleming de Torre del Mar. Y nuestro público abarca todas las edades y nacionalidades. En definitiva, una clientela muy variada. No obstante, vienen muchas personas de aquí. De hecho, nuestra principal ventaja es que trabajamos bien durante los 365 días del año ya que no cerramos ningún día.
¿A qué atribuyes el éxito de un establecimiento que funciona todo el año desde 1979?
Pues muchísimo trabajo e ilusión. Y ganas de tirar hacia adelante e intentar hacer cosas nuevas.
¿Qué platos son más populares y ‘santo y seña’ de esta casa?
Pues mire, en la parte de asados, contamos con pollo y jamón asado, costillares de cerdo y ternera, cochinillo y cordero. En cuanto a primeros platos, pues elaboramos guisos de cuchara típicos como puchero, lentejas, sopas y demás. Otro plato estrella, es la paella, muy solicitada entre los clientes. Tanto que, mucho público de otros municipios viene expresamente aquí. Estamos muy agradecidos porque es la propia clientela la que, por el boca a boca, hace grande este plato. Yo creo que es la mejor publicidad sin menospreciar las redes sociales, los periódicos, radios o revistas.
La operativa para ofrecer tanta variedad de platos y que salgan perfectos, es elevada, ¿verdad?
Eso se debe a un horario bastante amplio. Abrimos desde las once de la mañana a once de la noche. A veces, es un poco antes y el cierre más allá de la hora habitual. En realidad, las elaboraciones nos llevan unas veinte horas de trabajo diario que se reparten entre todos los turnos de trabajo que hay. Entre familiares y personal externo, contamos con unas ocho personas.
Ahora que llega el verano, ¿hay novedades?
Debido a la cantidad de platos que ofrecemos, no hay novedades pues bastante bien, casi todos. Lo que si es cierto es que ahora sale más el gazpacho, el ajoblanco, ensaladas y cosas fresquitas. Contamos con tal abanico de platos que cualquier cliente sale satisfecho.
¿Vuestra principal fortaleza?
Pues si le digo la verdad, estar 365 días del año abiertos a disposición de nuestros clientes, en horario de once a once de la noche. Que sepan, en todo momento, que estamos abiertos para ellos. Le confieso que hay días en que no me compensaría abrir, pero entendemos que damos servicio a todas esas personas que disponen de poco tiempo. Por ejemplo, esas amas de casa que ese día, en concreto, están ocupadas o que tienen que recoger al niño al colegio. En realidad, cuidamos a todos esos clientes que buscan una comida caliente ese día y no tienen el tiempo para cocinar.
¿Creo que, al margen de Virgen del Mar, os conocen por otro nombre?
Nos conocen también en varias poblaciones con el apodo ‘Redondo’, que viene de nuestros antepasados. Por eso mucha gente, conoce el Asador Virgen del Mar por Casa Redondo. Es una peculiaridad tener dos nombres. Entre los clientes más antiguos, somos conocidos como por éste apelativo. Ha quedado ahí y no hay forma de quitarlo.
¿Carolina es tu mujer?, ¿qué papel desempeña?
Carolina González Serrano es mi mujer y un pilar muy fundamental del Asador. En buena medida, porque gran parte de las elaboraciones, desde hace una década, son obra suya.