Eritritol: el endulzante que quiere desbancar al azúcar

El azúcar lleva años en el punto de mira, señalado como uno de los grandes responsables de la obesidad, la diabetes y la inflamación crónica. En ese contexto, los endulzantes alternativos han pasado de ser curiosidades dietéticas a protagonistas de estantería. Entre ellos, uno destaca por su perfil saludable, sabor limpio y presencia creciente en la alta repostería saludable: el eritritol, un poliol que muchos consideran el “futuro dulce” sin remordimientos. Pero ¿qué lo hace tan especial?, ¿de dónde viene?, ¿cómo se produce? y, sobre todo, ¿qué podemos preparar con él?

Qué es el eritritol y por qué está de moda

El eritritol es un alcohol de azúcar —aunque su nombre pueda confundir, no contiene etanol— que se encuentra de forma natural en frutas como el melón, la pera o la uva, así como en alimentos fermentados. Su gran ventaja: aporta dulzor con prácticamente cero calorías y no altera los niveles de glucosa en sangre. Por eso, se ha convertido en aliado de diabéticos, personas que siguen dietas bajas en carbohidratos y quienes buscan reducir el consumo de azúcar sin renunciar al placer dulce.

Además, a diferencia de otros edulcorantes artificiales, el eritritol no deja sabores residuales metálicos o amargos, y su perfil resulta muy similar al del azúcar tradicional. Esa naturalidad ha convencido tanto a consumidores como a chefs que buscan una repostería más saludable sin sacrificar sabor ni textura.

Cómo se obtiene y cómo actúa en el organismo

Aunque está presente en la naturaleza, el eritritol comercial se produce habitualmente mediante fermentación: se alimenta a ciertos microorganismos, como levaduras, con glucosa procedente del maíz o de trigo, y estos la transforman en eritritol. El proceso es similar al que da origen a productos como el queso o el vino, lo que refuerza su carácter “natural” frente a edulcorantes sintéticos.

En el cuerpo humano, el eritritol se absorbe parcialmente en el intestino y se elimina por la orina sin metabolizar, lo que evita picos glucémicos y reduce el riesgo de caries dentales. A diferencia de otros polioles, como el sorbitol o el xilitol, es menos propenso a causar molestias digestivas, aunque —como ocurre con todo— el consumo excesivo puede generar cierta incomodidad en personas sensibles.

Las ventajas nutricionales que lo han puesto en el radar

Entre sus beneficios más destacados se encuentran:

  • Cero calorías y cero impacto glucémico
  • Capacidad antioxidante moderada
  • Apto para diabéticos y dietas cetogénicas
  • No provoca caries, incluso puede ayudar a proteger el esmalte
  • Buen comportamiento en pastelería y bebidas

Este cóctel de virtudes ha llevado al eritritol a sustituir el azúcar en cafeterías “fit”, panaderías saludables y recetarios caseros. También ha sido adoptado por la industria alimentaria para la elaboración de chocolates sin azúcar, salsas ligeras y refrescos bajos en calorías.

Repostería saludable: qué preparar con eritritol

El eritritol se comporta muy bien en masas y cremas, cristaliza como el azúcar y permite obtener texturas agradables. Algunas ideas para comenzar a utilizarlo:

  • Bizcocho esponjoso de yogur y limón
    Se sustituye el azúcar por eritritol en la misma proporción. Mantiene la miga húmeda y el aroma fresco.
  • Brownie de cacao puro y nueces
    Mezclar mantequilla, chocolate 85%, huevos y eritritol. Resultado: intenso, jugoso y sin culpa.
  • Galletas de avena y almendra
    Una opción crujiente, perfecta para desayunos saludables.
  • Mousse de chocolate sin azúcar
    Eritritol, chocolate fundido y claras montadas: cremosidad sin excesos.
  • Mermeladas caseras ligeras
    Ideal para frutas dulces como fresas o melocotón. Reduce el aporte calórico sin alterar demasiado el sabor.

El dulce equilibrado del futuro

El eritritol no es una excusa para consumir postres a diario, pero sí una herramienta valiosa para transformar nuestra relación con el dulzor. Frente al exceso de azúcar que ha marcado la dieta moderna, propone un camino más consciente y amable con el cuerpo. En una cocina donde el placer ya no está reñido con la salud, este endulzante fermentado se está ganando un lugar propio. Y todo apunta a que su historia no ha hecho más que empezar: dulce, ligera y prometedora.

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