La Fundación Cueva de Nerja ha puesto en marcha, fruto de su estrecha colaboración con la Universidad de Málaga (UMA), un nuevo equipamiento de carácter científico-técnico que refuerza la posición de la cavidad nerjeña como laboratorio subterráneo de referencia en nuestro país.
De este modo, la instalación de un equipo de espectroscopia láser ‘Picarro G2201-i’ a principios de este mes de septiembre, en el marco de la investigación dirigida por el doctor y profesor titular de la UMA Iñaki Vadillo, permitirá entender mejor las tasas de renovación del aire en la gruta, aspecto de gran importancia para la gestión y protección de este recurso patrimonial, según han informado desde la Fundación nerjeña.
Con la instalación de este sistema de última generación tecnológica, la Fundación Cueva de Nerja pone en evidencia, una vez más, su apuesta decidida por la investigación como herramienta para la conservación de la cavidad, al tiempo que se coloca a la vanguardia del exclusivo elenco de grutas subterráneas que, como Altamira, desarrollan este tipo de avances científicos.
En este sentido, han destacado que “gracias a este proyecto se podrá avanzar en el conocimiento de los procesos que causan la desaparición del metano en el medio subterráneo, una línea de investigación de gran calado internacional, al tratarse de un gas de efecto invernadero”, han subrayado.
La iniciativa dirigida por el doctor Vadillo, en la que participan activamente el Instituto de Investigación Cueva de Nerja, bajo la coordinación de la doctora Cristina Liñán, así como la Universidad de Granada, tratará por tanto de determinar los procesos geoquímicos y flujos de carbono en la cavidad y su aplicación a la gestión y conservación del sistema kárstico.
La investigación, que ha contado con el Club de Espeleología Cueva de Nerja para la instalación de los capilares de muestreo de aire en las zonas no habilitadas para su visita, pretende realizar, durante al menos un ciclo anual, mediciones continuadas de las concentraciones de dióxido de carbono y de metano, así como de la relación isotópica en ambas moléculas presentes en el aire de la cavidad.