La Posada del Bandolero abre de nuevo en El Borge

El Borge es un pequeño pueblo de la Axarquia malagueña a tan solo 36 kilómetros de Málaga, 25 minutos de Vélez-Málaga y muy cerca de cualquier lugar. De origen árabe y espíritu luchador se encuentra situado entre la ladera de dos montes en el valle del río Borge, justo en la rivera tropical.

La Posada del Bandolero Hotel & Restaurante es hoy un ejemplo vivo de la hospitalidad hecha confort, de la tradición gastronómica más vanguardista y el trato personalizado de su gerente. Cada rincón y cada habitación de este singular edificio, cada plato y cada vino que se sirve en su restaurante, recupera el esplendor de otras épocas, ofrecidas al visitante como suculentos bocados de historia

Es en este entorno, en el que la uva pasa lo envuelve todo, donde la Posada del Bandolero se alza ante el visitante, justo en la calle Cristo esquina con calle Peseta. Un antiguo edificio de paredes encaladas y ornamentos de madera que data del siglo XIX que fue molino de aceite, después pequeña escuela y residencia del maestro y reconvertido desde finales del XX en algo más que un pequeño hotel-restaurante con encanto.

Si las paredes de esta Posada hablaran, contarían las historias del famoso bandolero Luis Muñoz García, el Bizco de El Borge o Arborge, ya que fue su casa natal. Bizco de nacimiento, de ahí su apodo, poseía una gran puntería con pistola convirtiéndose en una de los forajidos más famosos de Andalucía. Además estas paredes también contarían cómo se convirtió en Posada gracias al interés del Ayuntamiento de El Borge, que impulsó su remodelación en 1998 inaugurándolo cinco años después.

Y si las paredes de esta Posada hablaran, contarían cómo Pedro Blanco, que cuenta con una larga trayectoria de dedicación en el mundo de la hostelería, decidió en este año tomar las riendas de su gerencia, con interés, esfuerzo y dedicación, con el fin de crear un hotel con encanto, y con historia; un restaurante de tradición gastronómica, y a la vanguardia culinaria; un lugar en el que el verdadero encanto reside en el placer de conocerlo.

Salón comedor del restaurante.

Con motivo de su puesta en marcha el pasado 4 de agosto, después de un pequeño rodaje de apertura, Pedro Blanco inauguró con esmero a partes iguales el Hotel & Restaurante La Posada del Bandolero. En este acto entrañable se rodeó de amigos y autoridades de varias localidades cercanas así como de los clientes que se encontraban en el hotel. Durante la celebración del acto se hizo el corte simbólico de la cinta que dio el “pistoletazo” de salida hacia esta nueva andadura.

La Posada del Bandolero, de exterior e interior encalado, cuenta con 6 habitaciones dobles, minimalistas en su decoración muy al estilo de las antiguas posadas pero en las que no se descuida ni un solo detalle de las comodidades que un hotel de hoy en día debe tener. Estancias luminosas flanqueadas por anchos muros donde los cuadros que las decoran cuentan historias de los seis bandoleros que prestan sus nombres a las habitaciones.

El Restaurante dispone de dos elegantes salones-comedores, con una decoración rustica, confortable y amable para cualquier celebración. El comedor principal, una estancia de planta rectangular y luminosa, resalta por su decoración al detalle donde se exhiben curiosos elementos y objetos relacionados con el bandolerismo. Desde una colección de diferentes armas pasando por fotografías de algún protagonista o un romancero. Pero sin duda lo que diferencia a este restaurante es su materia prima de denominación malagueña tanto en su carta de vinos, con caldos exclusivamente de Málaga como en su carta de platos. Es precisamente, Pedro Blanco el responsable del diseño y la supervisión de cada uno de los exquisitos platos que se elaboran diariamente en sus fogones.

Un buen lugar para disfrutar de la mejor gastronomía malagueña en su restaurante y descansar disfrutando de historias de antaño y soñando con bandoleros.

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