La Venta de Alfarnate, considerada como la más antigua de Andalucía, se ha sumado hoy a la familia de ‘Sabor a Málaga’, la marca creada por la Diputación para la promoción de los productos agroalimentarios malagueños. Medio centenar de establecimientos de restauración de la provincia disponen ya de este distintivo.
El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, ha entregado hoy la placa al propietario del establecimiento, Salvador Rodríguez Luque, quien se ha mostrado satisfecho de unirse a esta iniciativa de la Diputación para la promoción de los productos autóctonos.
Esta antigua venta, refugio y paso de bandoleros, era lugar de paso obligado entre el interior y la costa, en el antiguo Camino Real que comunicaba la ciudad de Málaga con la de Granada. Se convirtió, por sus numerosas historias y leyendas, en un auténtico monumento popular, y se conserva como museo del bandolerismo andaluz.
Por ella han pasado personajes de todo tipo y clase social, desde arrieros, caminantes estraperlistas y bandoleros (como José María ‘El Tempranillo’ y Luis Candelas), al propio rey Alfonso XIII o San José de Calasanz, sin olvidar artistas, pintores y escritores.
Su gastronomía se basa fundamentalmente en la cocina campera y serrana andaluza, destacando algunos platos como las migas de Alfarnate, huevos a lo bestia, chivo al ajillo, morcilla de cordero frita con tomates, revuelto de tagarninas y gachas de anís, entre otros.
‘Sabor a Málaga’ engloba los productos agrícolas, ganaderos, pesqueros y agroalimentarios cultivados, criados y elaborados en la provincia. Es una marca abierta a todos los productores y también a todos aquellos establecimientos que vendan u ofrezcan cualquiera de estos productos. Para que estos últimos tengan el distintivo, deben emplear al menos diez productos ‘Sabor a Málaga’ y ofrecer en la carta o menú un plato tradicional de la cocina malagueña.