Las últimas excavaciones en Baelo Claudia descubren un mausoleo destruido por un seísmo en el siglo IV

Las últimas excavaciones arqueológicas en el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa (Cádiz), llevadas a cabo por un equipo interdisciplinar de las universidades de Alicante y de Murcia, y dirigidas por Helena Jiménez y Fernando Prados, han sacado a la luz en el yacimiento un mausoleo destruido por un seísmo que tuvo lugar en el siglo IV.

A la presentación de estos hallazgos arqueológicos han asistido el director general de Museos y Conjuntos, Fernando Panea, el subdelegado del Gobierno del Gobierno de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar, Javier Rodríguez Ros, y la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Tania Barcelona.

Junto a la decena de sepulcros, muchos de ellos cristianos, y varios elementos decorativos en mármol, se ha localizado, además, el fragmento de plinto y el pie que le faltaba a una estatua femenina que representa a Junia Rufina, actualmente conservada en el museo del Conjunto Arqueológico, espacio gestionado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. A este hallazgo se suma el de una escultura de piedra recubierta de estucoque, según apuntan los investigadores, rodó por el suelo a consecuencia del seísmo.

Esta pieza, que ha sido objeto de estudio y restauración, corresponde a una cabeza femenina que, por su rostro y peinado, se podría datar en época Flavia, es decir, entre los años 69 y 96. Según apuntan las investigaciones, esta escultura podría ser un retrato funerario dentro de la necrópolis.

Estos trabajos de investigación han sido financiados por la delegación territorial de Cádiz, y los estudios antropológicos y bioarqueológicos se adscriben al proyecto de investigación ‘Diana. Arqueología de la muerte y cambio social en el estrecho de Gibraltar’, del Plan Estatal de I+D+I.

El director general de Museos y Conjuntos, Fernando Panea, ha destacado la importancia de los resultados de las investigaciones arqueológicas, así como «el esfuerzo de la Junta de Andalucía por implementar los equipamientos del Conjunto, y remodelar y actualizar el discurso expositivo del museo«. En este sentido, ha señalado que actualmente «se están mostrando piezas de gran interés, no expuestas anteriormente, como el epígrafe de Junia Rufina».

Ya en 2018 se localizaron en este yacimiento arqueológico elementos arquitectónicos -columnas capiteles- y la magnífica inscripción en bronce de Junia Rufina, una gran dama romana que vivió en la ciudad durante la segunda mitad del siglo I.

Campaña PGI Gestión del Agua

Por otro lado, se han presentado los últimos hallazgos de la campaña PGI Gestión del agua y técnicas de construcción en el territorio de Baelo Claudia durante la antigüedad, dirigida por la investigadora titular del CNRS de la U. de Bordeaux, la Dra. Laetitia Borau, cuyo objetivo es identificar el abastecimiento de agua del edificio.

En esta campaña anual, desarrollada al norte del complejo urbano termal, se han documentado dos grandes edificios. El primero corresponde a la continuidad del edificio termal, y el segundo, de época alto imperial, se corresponde con una reforma estructural y completa del edificio, sin que se pueda identificar, de momento, una función concreta. La ampliación de la excavación arqueológica en un futuro próximo permitirá determinar aspectos de carácter cronológico y funcional.

De forma paralela se están ejecutando en esta zona prospecciones en el territorio de la antigua ciudad, para poder identificar correctamente el trazado de los distintos acueductos conocidos. Los tres acueductos que abastecían la ciudad antigua presentan una amplia gama de particularidades técnicas, como pozos, puentes y estanques de decantación que se pueden estudiar en buenas condiciones, aunque también se han puesto de manifiesto los riesgos que corren los vestigios arqueológicos todavía visibles.

El Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia es uno de los más importantes del sur peninsular para el conocimiento de la época romana, gracias a las numerosas excavaciones que desde principios del siglo XX han demostrado el excelente estado de conservación de la ciudad.

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