Los ‘karsts’ son uno de los atractivos geológicos que más apasionan a los amantes de la naturaleza o del turismo de interior. El efecto que la erosión ha ocasionado durante milenios en las rocas calizas hace que éstas parezcan auténticas esculturas. Hasta tal punto es así que muchas de ellas se han bautizado con nombres que aluden a su forma, que normalmente corresponden a animales u objetos.
Son varios los complejos kársticos que se pueden visitar en la provincia de Málaga, pero no todos ellos son visitables. Entre los que sí se pueden conocer por dentro están los que tienen incluso una ruta de senderismo homologada.
- El Torcal de Antequera. Es el más conocido de todos estos enclaves. Y con diferencia. Este paraje natural ofrece la posibilidad de hacer varias rutas de senderismo en su interior, como son las sendas Verde y Amarilla o incluso dos accesos para ascender hasta allí, una desde el aparcamiento habilitado en la carretera que une a este enclave con Antequera y otra, más reciente, desde el puebo de Villanueva de la Concepción.
- El Torcal del Charcón. En la sierra de Valle de Abdalajís hay muchas estampas que recuerdan ineludiblemente al Torcal de Antequera. Por cercanía y por naturaleza geológica, se trata de sus ‘hermanos pequeños’. Entre ellos, el más importante es el que se conoce como el Torcal del Charcón, al que se puede acceder por la ruta de senderismo homónima que parte desde el casco urbano de Valle de Abdalajís.
- Los Riscos de Cartajima y Júzcar. Aunque este enclave geológico, que también tiene muchas similitudes con los anteriores, está en terrenos privados, hoy es transitable gracias a un sendero habilitado por su interior. En concreto, se trata de la Ruta de las Eras, un recorrido circular que permite ver de cerca El Águila, una de las rocas más singulares de este complejo kárstico. Además, el recorrido pasa por varias eras, hoy abandonadas.
- El Canuto de la Utrera. En el extremo occidental de la provincia de Málaga, en el término municipal de Casares, se puede visitar el complejo kárstico más meridional de toda Europa. Se encuentra, concretamente, en la sierra de la Utrera, al límite casi con el pueblo de Manilva. Este conjunto geológico también se puede recorrer hoy a través de algunos senders habilitados.
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