Entrevista con Jordi Mateos, propietario de Mesón de Jordi.
“La calidad de los productos de Málaga está siendo cada vez más reconocida”
Hace casi 30 años que Jordi llegó a Málaga. Casi los mismos que vivió en Barcelona. Comenzó trabajando como camarero en un restaurante de Almayate, pasando después a ser encargado en varios restaurantes de la Axarquía para abrir después junto a su mujer, Amelia, su propio mesón. Rápidamente, se identificó con los productos malagueños, que desde entonces no ha dejado de incluir en su carta. Él en barra y sale y ella en cocina. Ambos han hecho de Mesón Jordi uno de los referentes de la restauración en Torre del Mar.
¿Cuáles fueron los orígenes de Mesón de Jordi?
Empezó todo como un bar de tapas, platos combinados y luego se fue ampliando con otros platos. Somos especialistas en la torrada, una tosta con tomate restregado. Además, introduje la carta de vinos y comenzamos a realizar catas. En un principio, mantuve el nombre de su anterior propietario hasta que con el tiempo lo cambié. Además, amplié el negocio con el local de al lado. Poco a poco fui incorporando platos más elaborados. En la actualidad, disponemos de más de 70 vinos, de los cuáles más de 25 son vinos propios de Málaga.
¿Cuál es la seña identificativa del Mesón de Jordi?
Seguimos manteniendo la caña y la tapa a un euro. Por supuesto, mantenemos una adecuada calidad y los mejores precios. Mucha gente joven nos visita porque les gusta tapear y también tomar sus tostas con unos precios asequibles sin bajar la calidad de los productos. La calidad no está reñida con el precio.
¿Cuál es la característica principal de su cocina?
El alma mater es mi mujer, que es la que está al frente de la cocina, ella es la que elabora los platos. La cocina es muy casera, croquetas y platos de cuchara muy tradicionales. La calidad de la comida se mantiene desde que abrimos. Puedes comer desde una tapa a un solomillo de ternera acompañado de buenos vinos. Mi mujer Amelia, y yo formamos un tándem en el negocio.
¿Crees que el sector de la hostelería ha contribuido al empuje económico de la agroalimentación en Málaga y su provincia?
Sí, indudablemente bastante porque Málaga está creciendo como ciudad. Pero también con la línea de cocineros y restaurantes. La gente cuando viene a Málaga viene a comer y a visitar museos. Nuestra comida es muy buena y la calidad de los productos está siendo cada vez más conocida gracias a la marca “Sabor a Málaga”. Nosotros aquí, apostamos mucho por el producto malagueño, desde los vinos, ajobacalao, quesos, carnes…