Además de combatir el calor, es un alimento que aporta numerosos nutrientes a nuestra dieta si se toma con moderación
Aunque se consumen durante todo el año, el verano es la época idónea para disfrutar de los helados, un capricho estival para combatir el calor que además favorece la digestión, contribuye a la hidratación y crea una sensación de bienestar.
Frente a la creencia de que el helado es un alimento poco saludable, en realidad se trata de un alimento completo, que aporta numerosos nutrientes a nuestra dieta. Los helados de base láctea representan una buena opción frente a otros dulces ya que su contenido en leche los convierte en una fuente interesante de calcio y de proteínas de buena calidad
Los sorbetes y polos, por su parte, tienen como ingrediente básico el agua. En función de la naturaleza y cantidad de fruta que contengan pueden aportar dosis variables de micronutrientes, vitaminas y minerales, aunque no son cantidades significativas.
Los helados tienen un alto contenido en grasas y azúcar por lo que su consumo ha de ser moderado sin excluirlo de la dieta. No deben desplazar sistemáticamente a la
fruta como postre, pero pueden ser una merienda adecuada, o incluso parte de una comida o una cena, así como un buen tentempié. Consumir helados es un placer que nos podemos permitir mientras lo hagamos en su justa medida.
Sabores artesanos
Sabrosos y refrescantes, los helados nos acompañan en las calurosas tardes estivales. Andalucía es la comunidad autónoma española donde más helados se consumen. En volumen absoluto, los andaluces consumieron 27,19 millones de kilogramos de helado en el último año desde sus hogares, según los datos extraídos del Panel de consumo alimentario en hogares del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Le siguen los catalanes (24 millones de kilos) y los madrileños (19 millones).
“Para reconocer un helado de calidad, hay que fijarse en la textura, que esté compensado y que no deje ningún sabor extraño en boca”, indica Juan Tejeda, propietario de la Heladería Buenavista, en Torre del Mar, una de las 350 que existen en la provincia de Málaga. El heladero malagueño señala que “un buen helado te deja satisfecho con solo una porción y es fundamental que esté elaborado con una buena materia prima”. Por eso en su local, los ingredientes proceden de mercados locales, como es el caso del helado de mango, elaborado con mangos de la Axarquía.
Con los años, las vitrinas de las heladerías se han ido ampliando para ofrecer todo un universo de sabores y texturas, aunque el preferido sigue siendo el clásico del verano, el helado de chocolate. Así lo revela un estudio de la plataforma digital Yump, que lo sitúa en el primer puesto de los más vendidos en España. Lo afirma también Juan Tejeda: “El helado de chocolate es de los preferidos y todos los relacionados principalmente con las chocolatinas, como el helado de Kinder, que es uno de los más demandados”. A él se unen este año en su local elaboraciones tan potentes como el helado de donut con Nutella o el Cuore di Tenebra, de chocolate negro.
A los sabores tradicionales se van sumando otros nuevos hasta tal punto que los platos típicos de nuestra gastronomía tienen su versión helada. En algunas heladerías se descubren sabores tan exóticos como los helados degambas, de fabada, de tortilla de patatas, paella cerveza o pizza.
Sin llegar a estos extremos, lo cierto es que muchas heladerías están apostando por elaboraciones más sofisticadas. Es el caso de Levi Angelo Gelato, establecimiento ubicado en la ciudad de Málaga, donde su propietario, Angelo Blancke, combina los ingredientes malagueños de temporada con los italianos, dando como resultado helados tan llamativos como el de queso de cabra de Campillos y brevas; el de cassata siciliana, con tutti fruti y queso ricotta; o el de cacahuete caramelizado salado. “En nuestros helados nada está prefabricado, partimos desde cero con ingredientes naturales, lo que nos permite elaborar helados que se están demandando mucho en la actualidad, sin gluten, sin lactosa y, en su caso, sin azúcares, que los sustituimos por stevia o maltitol, porque la elaboración del helado requiere dulzor para que no se congele”, explica.
Tendencias internacionales
En este 2021 veremos helados que apuestan por la salud, la originalidad, la naturaleza y las combinaciones dulces-saladas, según desvelan desde la Feria Host de Milán, el mayor encuentro de hostelería profesional a nivel internacional. Las principales tendencias pasan por los helados sin leche, que se sustituye por bebidas a base de coco, avena o almendras, para crear tanto sabores clásicos como innovadores; sabores sofisticados relacionados con el mundo del vino y los quesos; y helados muy ligeros, gracias a procesos que refuerzan la incorporación de aire en el helado, como el batido o montado. Además, el helado se enfoca en sabores, colores o combinaciones atrevidas en ediciones limitadas.
Helados veganos
Elaborados a base de frutas y sustitutos vegetales de la leche, el auge de los helados veganos es significativo en Europa y también en España, donde la población de consumidores que rechaza el uso y consumo de todos los productos de origen animal va en aumento. Según un estudio de la consultora Lantern, en nuestro país hay alrededor de 3,6 millones de personas que basa su dieta exclusivamente, o la mayoría, en productos de origen vegetal.
Con el crecimiento de esta tendencia, el sector hostelero ha apostado por la innovación en los helados, que se elaboran principalmente a base de soja, leche de anacardo o de coco, goma de guar, harina de algarroba o gelatina vegetal.