Málaga es un destino de sol y playa por excelencia, especialmente en verano. Pero también hay muchas otras personas que nos visitan porque valoran otros atractivos que posee esta tierra. Afortunadamente, cada vez hay más segmentos turísticos y en Agro queremos contaros una serie de propuestas en torno a tres alternativas al sol y playa si no quieres tostarte demasiado.
Turismo enogastronómico
Dada la gran riqueza y diversidad de sus productos, la provincia de Málaga cuenta con un gran potencial en el segmento enogastronómico. Existen multitud de pro-ductos que son recursos turísticos y que se encuentran vinculados a unos paisajes singulares que pueden ser o son ya un atractivo (vino, aceite, quesos, jamón de castaña, productos subtropicales, cítricos, productos del mar…).
Se trata de iniciativas turísticas enogastronómicas, asociadas a un turismo más amplio y ligadas principalmente al interior, como palanca para el desarrollo del medio rural y la generación de empleo local.El eje que articula estos dos ámbitos generando un modelo integral con la restauración y el producto es la cocina tradicional. Hay dos posibilidades a día de hoy. Por un lado, la participación en torno al proceso de elaboración. Muy ligada a la restauración, poniendo en valor el producto local y el producto de temporada, aproximándose a la cocina tradicional regional.
No sólo se ofrece la experiencia en la mesa, sino en el proceso de elaboración que tiene lugar en la cocina. La vivencia es completa: visita al mercado, elaboración de la comida y degustación del plato cocinado. Por otro lado, también podemos participar en torno al espacio productivo. Estas visitas se centran en el espacio cotidiano donde se desarrolla el producto, conociendo la cultura de trabajo que se genera alrededor del mismo. Algunas de las vivencias en este ámbito implican conocer y sentir directamente el trabajo de un día en un espacio productivo (invernadero, viña, almazara…).
Turismo de naturaleza
El Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes es uno de los enclaves más fascinan-tes de Málaga. Aunque varias rutas discurren por su entorno, dos son ideales para ir con niños: la de los Embalses y la del Gaitanejo. La primera debe su nombre a los inmensos pantanos de la zona y la segunda llega hasta las proximidades del Caminito del Rey.Por otro lado, para concienciar a los más pequeños sobre la importancia del medio ambiente, el Parque Natural Montes de Málaga dispone del aula de la naturaleza Las Contadoras. Junto a estas instalaciones se extienden dos itinerarios, cuyos trazados concluyen en sendos miradores.
Cerca se encuentra además el Ecomuseo Lagar de Torrijos. También merece una visita el Paraje Natural de los Reales de Sierra Bermeja, llamado así por el color de sus rocas de origen volcánico. Una de sus rutas, conocida como el Paseo de los Pinsapos, lleva hasta un bosque de estos abetos tan singulares. El pinsapo también está presente en el Parque Natural de las Sierras de las Nieves. Varias sendas atraviesan este espacio y una especialmente aconsejable para llevar a los pequeños de la casa es la que conduce al Pinsapo de Las Escaleretas. Este prodigioso árbol tiene más de 350 años.
Turismo cultural
Málaga es la ‘Ciudad de los Museos’. El verano es una buena época para visitarlos. Se está fresquito dentro y además aprenderemos y disfrutaremos con la riqueza de ese patrimonio artístico. Sin dudarlo, recomendamos el Museo de Málaga, el Museo Picasso, Centro Pompidou, el Museo Carmen Thyssen, el Museo Ruso, el del Automóvil, Museo Jorge Rando, Museo del Vidrio, Museo Revello de Toro, la Casa Natal de Picasso o el Museo Alborania acercándonos a los tesoros que esconde el fondo de nuestro gran mar azul. Y aparte de los museos, tenemos la Catedral, el Teatro Romano, la Alcazaba y Gibralfaro, entre otros atractivos culturales. En la provincia, también podemos dejarnos enamorar por algunos de los vestigios más impresionantes como la Casa Fuerte Bezmiliana, en Rincón de la Victoria, la Cueva del Tesoro, en ese mismo municipio, o irnos hasta la Cueva de Nerja, o la Colegiata de Santa María la Mayor, en Antequera, donde también se encuentran Los Dólmenes, Patrimonio Mundial de la Unesco