Mango: la fruta que llena tu cocina de sabor y vitalidad

Por siglos, el mango ha sido considerado un manjar digno de dioses. Con su pulpa jugosa, su sabor que combina dulzura y un leve toque ácido, y su vibrante color anaranjado, esta fruta tropical ha conquistado mesas alrededor del mundo. Pero el mango no es solo una cara bonita: esconde beneficios que lo elevan a la categoría de superalimento, además de ser una joya en la cocina creativa.

Originario del sur de Asia, específicamente de India y Birmania, el mango ha sido cultivado desde hace más de 4.000 años. Su nombre científico es Mangifera indica, y hoy en día se cultiva en climas cálidos de América Latina, África y el Caribe. Las historias cuentan que Buda meditaba bajo la sombra de un árbol de mango y que los reyes hindúes lo ofrecían como símbolo de amor eterno. En la actualidad, es uno de los frutos más consumidos a nivel global, con más de 40 millones de toneladas cosechadas al año.

Un cóctel natural de salud

Detrás de su apariencia jugosa, el mango es una bomba de vitaminas. Una sola porción de 200 gramos cubre el 70 % de la ingesta diaria recomendada de vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico y combate los radicales libres. Además, contiene vitamina A, clave para la vista, la piel y la regeneración celular.

Sus enzimas naturales, como la amilasa, favorecen la digestión de los carbohidratos, convirtiendo al mango en un postre ideal después de comidas pesadas. Por si fuera poco, es rico en fibra, lo que mejora el tránsito intestinal.

Otro de sus secretos es el contenido de antioxidantes como la mangiferina, que investigaciones recientes vinculan a la reducción de inflamaciones y al fortalecimiento del corazón. Incluso se estudia su potencial para combatir ciertos tipos de cáncer, aunque aún se necesitan más evidencias científicas.

Versátil y siempre sorprendente en la cocina

Aunque muchos disfrutan del mango simplemente pelado y en rodajas, sus posibilidades culinarias son casi infinitas. En las cocinas del sudeste asiático es protagonista en currys y salsas agridulces. En México, nadie concibe el verano sin un buen mango con chile en polvo, limón y sal. Y en la alta cocina europea, se ha convertido en la estrella de ceviches, tartares y carpaccios.

Si quieres sorprender, prueba estas ideas:

  • Ensalada fresca de mango y aguacate: Corta el mango en cubos, mézclalo con aguacate, cebolla morada en julianas y unas hojas de cilantro. Aliña con limón, aceite de oliva y sal marina. Una opción vegana y refrescante.
  • Salsa de mango picante para carnes: Sofríe cebolla y ajo, añade trozos de mango, un toque de vinagre, un chile rojo y deja cocer. Tritura hasta obtener una salsa espesa. Perfecta para acompañar pollo o cerdo.
  • Helado casero de mango: Licúa mango maduro con yogur natural y un poco de miel. Congela y disfruta de un postre saludable y sin aditivos.

Elige el mango perfecto y consérvalo bien

A la hora de comprar, no te dejes engañar solo por el color. Un mango maduro cede ligeramente al presionarlo suavemente. Su aroma dulce cerca del tallo es otro buen indicador. Si está verde, puedes dejarlo a temperatura ambiente unos días. Una vez maduro, guárdalo en el refrigerador para alargar su frescura.

Un fruto que va más allá de la mesa

En la India, las hojas de mango se utilizan para decorar en festividades religiosas, simbolizando abundancia y buena fortuna. Además, su madera es valiosa en la fabricación de muebles. Y en cosmética, el aceite extraído de su hueso se usa en cremas hidratantes.

Un festín dorado que conquista paladares

Ya sea en un smoothie matutino, en un ceviche exótico o en una ensalada veraniega, el mango tiene un lugar asegurado en la cocina global. Es el momento perfecto para dejarse seducir por este fruto milenario que combina salud, sabor y versatilidad como pocos.

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