Pan bao: entre la tradición y el street food

El pan bao abierto, tal como lo conocemos en occidente, tiene su origen en Taiwán y responde al nombre tradicional de gua bao. A diferencia de su pariente el baozi, que es un pan al vapor cerrado con relleno en su interior, el gua bao se cocina abierto, doblado en forma de taco suave, listo para rellenar como si fuera un panecillo vaporoso.

En su versión más tradicional taiwanesa, el gua bao se rellena con panceta de cerdo cocinada lentamente, pepinillos encurtidos, cacahuetes molidos y hojas de cilantro. Esta combinación perfecta de dulce, salado, crujiente y tierno es tan equilibrada que ha sido calificada como «el bocadillo perfecto». Hoy, el pan bao se ha reinventado en infinidad de variantes por todo el mundo, con rellenos globales, ingredientes locales y fusiones inesperadas.

Aunque se puede comprar ya listo en tiendas especializadas, hacer pan bao casero es una experiencia culinaria única. La masa se elabora con harina de trigo, levadura, un poco de azúcar, agua tibia, leche y, en algunas recetas, una cucharada de aceite o vinagre de arroz para mejorar la textura. Una vez mezclada y amasada, se deja fermentar hasta que duplica su tamaño.

Después, se forman óvalos de masa, se pincelan con aceite y se pliegan sobre un trozo de papel de horno para evitar que se peguen. Se dejan reposar de nuevo y, finalmente, se cocinan al vapor durante unos diez minutos. El resultado: un pan blanco, esponjoso y ligeramente dulce que se deshace en la boca.

Una de las ventajas del pan bao es que puede congelarse una vez cocido y luego recalentarse al vapor sin perder su textura. Esto lo convierte en una excelente opción para preparar con antelación y tener siempre a mano para una cena improvisada o una comida con amigos.

Rellenos para todos los gustos

El bao abierto es un lienzo en blanco que admite infinitas interpretaciones. Su versión más popular fuera de Asia es el bao de panceta crujiente, donde la carne de cerdo se cocina a baja temperatura, se adereza con salsa hoisin, y se acompaña con pepino encurtido y hierbas frescas.

Pero la creatividad no tiene límites: hay baos de pollo rebozado con mayonesa picante, de ternera coreana marinada con gochujang, de langostinos en tempura con kimchi, o de tofu crujiente con salsa de cacahuete para los amantes de la cocina vegana.En el terreno dulce, algunos chefs han comenzado a experimentar con versiones de bao rellenos de frutas, crema pastelera, chocolate o dulce de leche, convirtiéndolos en postres originales y sorprendentes.

Más que un pan: una experiencia

El pan bao no es solo una moda pasajera. Su versatilidad, su textura única y su capacidad de acoger sabores del mundo lo han convertido en un símbolo de la cocina callejera moderna, en la que oriente y occidente se encuentran en cada bocado.

Prepararlo en casa puede ser una actividad creativa y divertida. Probar nuevas combinaciones, jugar con los sabores, elegir tus propios ingredientes frescos y montar los baos al gusto convierte la cocina en una fiesta para los sentidos.

Este verano, anímate a incluir en tu recetario el pan bao abierto. Porque pocas cosas son tan satisfactorias como un pan caliente al vapor, relleno de delicias y servido con las manos, como debe comerse todo lo que realmente se disfruta.

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