Periana, un viaje con todos los sentidos

Está constituido por quince núcleos diferentes rodeados de naturaleza

El municipio de Periana forma parte de la Alta Axarquía. Ello le confiere unas panorámicas espectaculares al embalse de La Viñuela, al Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama y al resto de la comarca malagueña. Esta ubicación y su división en quince aldeas hace que tengan múltiples posibilidades senderistas, festivas y gastronómicas. Casa una de ellas ofrece al visitante un prisma diferente de la cultura popular.

«Tenemos un pueblo floreciente habitado por gente sencilla y acogedora. Está rodeado de bellos paisajes que estamos seguros despertará el interés de los visitantes y turistas de cualquier lugar del mundo. Periana y sus aldeas os esperan con todos los sentidos», ha recogido en su presentación en FITUR el alcalde, Rafael Torrubia.

«Nuestro pueblo tiene vistas espectaculares desde cualquier punto en el que te pongas; huele a aire limpio, a naturaleza y a los ricos platos que se elaboran en nuestros bares y restaurantes. También sabe a cocina tradicional y a nuestros productos autóctonos. Suena a verdiales, a trompetas y tambores, a folclore en cada una de las fiestas que celebramos. En él se toca la vida: la de los olivos a través de sus hojas y sus frutos, la suavidad de la piel del melocotón, el cariño de los vecinos y vecinas o el agua que corre desde nuestras fuentes», ha expuesto justificando el eslogan «Periana y sus aldeas, con todos los sentidos».

Entre las fiestas y tradiciones ha nombrado la romería de San Isidro que se hace junto al embalse de La Viñuela y la procesión del 15 de mayo en el que tiran trigo al santo a modo de mandas. Carnavales, la feria de agosto, Navidad y el Día del Aceite de Oliva Verdial son algunas de las celebraciones más conocidas.

Al respecto, ha recordado la tradición olivarera, Periana que cuenta con dos cooperativas la de San José Artesano de Mondrón y la de San Isidro Labrador de Periana. Ésta última ha abierto una ruta senderista por los olivos milenarios. Además de por su antigüedad merece la pena conocerlas sus formas. De hecho, uno de ellos el Olivo Caracol se alzó con el Premio AEMO al Mejor Olivo Monumental de España patrocinado por GEA Iberia y con el que se destacaba a este ejemplar único que se había perpetuado a lo largo de los siglos. Otras rutas senderistas recorren los macizos montañosos que rodean este pueblo.

En el centro urbano cuenta con un mirador desde el que se divisa una impresionante extensión de la comarca de la Axarquía. Sus monumentos más importantes son la iglesia de San Isidro Labrador, levantada tras el gran terremoto, lo mismo que todo el barrio que la rodea. De estilo neomudéjar cuya fachada es de ladrillo y mampostería y las plazas de Lomilleja y la de la Fuente donde se encuentra el Ayuntamiento.

A menos de tres kilómetros del casco urbano se encuentran los Baños de Vilo, que ya fueron utilizados por los árabes debido a las propiedades curativas de sus aguas cálcicas y nitrogenadas, indicadas contra todo tipo de herpes, según rezaba la publicidad que se hacía a finales del siglo XIX, cuando junto al manantial existía una especie de casa de baños que explotaba el lugar.

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