Sabores mexicanos: recetas festivas para preparar en casa

Cuando el verano llama a la puerta, lo hace con el aroma del maíz, el cilantro fresco y la lima. Y si hay una gastronomía que celebra la vida con intensidad, color y sabor, esa es la mexicana. Más allá de los tacos y las enchiladas, México ofrece un abanico culinario ideal para compartir en fiestas estivales al aire libre, rodeado de amigos, música y cervezas frías. Aquí tienes una selección de platos variados, fáciles de preparar en casa y con el encanto irresistible del sur.

El guacamole nunca falla

No hay entrada mexicana sin un buen guacamole. Machaca aguacates maduros con un tenedor, añade cebolla morada picada, tomate, un chorrito de lima, sal y cilantro fresco. Para darle un giro veraniego, puedes añadir trocitos de mango o granada. Sírvelo con totopos o chips de plátano macho. Es rápido, sano y siempre triunfa.

Ceviche de camarón

Aunque el ceviche es originario de Perú, en las costas mexicanas ha desarrollado su propia personalidad. Para esta receta, necesitarás camarones pelados y limpios, jugo de lima, pepino, cebolla morada, chile serrano y jitomate. Se marina todo en frío hasta que el marisco esté «cocido» por el ácido de la lima. Un toque de salsa Valentina o clamato lo convierte en un plato estrella para los días de calor.

Tostadas crujientes con mil combinaciones

Las tostadas de maíz frito son una base versátil que acepta casi cualquier cobertura. Puedes preparar tostadas de tinga de pollo (pollo deshebrado con tomate, chipotle y cebolla), de frijoles refritos con queso fresco o incluso de aguachile vegetal con champiñones marinados. Lo importante es lograr un equilibrio entre lo crujiente, lo ácido y lo picante.

Elotes asados con mayonesa, chile y queso

Un clásico de los puestos callejeros mexicanos. Los elotes (mazorcas de maíz) se asan a la brasa o en sartén, se untan con mayonesa, se espolvorean con chile en polvo, sal y queso cotija (puedes sustituirlo por parmesano rallado) y se les exprime un poco de lima. Puedes servirlos en brochetas o partidos en mitades, ideales para comer con las manos.

Quesadillas para todos los gustos

Las quesadillas son una solución rápida y muy versátil. Solo necesitas tortillas de maíz o trigo y queso que funda bien (como Oaxaca, mozzarella o gouda). Puedes rellenarlas con flor de calabaza, huitlacoche (si lo encuentras), champiñones, chorizo o simplemente hierbas frescas. Se hacen a la plancha y se sirven calientes, dobladas, con una salsita picante al lado.

Aguas frescas que apagan el fuego

La comida mexicana puede ser intensa, por eso no pueden faltar las aguas frescas. Prepara agua de jamaica (infusión de hibisco), horchata (de arroz con canela) o agua de tamarindo. Estas bebidas son naturales, dulces, refrescantes y ayudan a compensar el picante. También puedes ofrecer versiones con tequila o mezcal si el ambiente lo pide.

Postres con sabor a maíz y canela

El postre estrella podría ser el pan de elote, un bizcocho húmedo de maíz tierno con un punto de leche condensada y canela. Otra opción son las nieves mexicanas, que se parecen a los sorbetes y pueden ser de sabores tan exóticos como guanábana, tamarindo, mango con chile o pepino con limón.

Una cocina para celebrar

La cocina mexicana es festiva por naturaleza. No hace falta replicar todos los platillos tradicionales en su forma más ortodoxa: lo importante es el espíritu. Ingredientes frescos, contrastes de sabor y una mesa llena de color son suficientes para transformar una noche de verano en una pequeña celebración de la vida. ■

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