Un verano de aventuras en la provincia de Málaga

Descubrir la fauna de otros continentes, volar en globo, bañarse con leones marinos, sentir el vértigo al deslizarse por el tobogán acuático más alto de Europa o surcar el mar sobre una tabla de paddel surf son algunas de las infinitas posibilidades que ofrece la provincia de Málaga para pasar unas vacaciones de verano en familia. Una oferta de ocio que rompe con lo establecido en la temporada estival.

Tanto en el litoral malagueño como en el interior, la práctica de actividades al aire libre está más que garantizada. Y si la jornada finaliza en torno a una mesa para disfrutar de lo mejor de la gastronomía de la zona, el plan multiplica su atractivo. 

Las aventuras más refrescantes se hallan en los más de 160 kilómetros que posee la costa malagueña. Desde Nerja a Manilva, las opciones se multiplican, ya que son numerosas las playas que ofrecen actividades como surf, paddel surf, vela, paseos en motos de agua, avistamiento de cetáceos o circuitos en barco. Por lo espectacular del destino, destacan las rutas en kayak por los acantilados de Maro-Cerro Gordo, donde también se puede realizar snorkel o buceo. 

Parques de ocio

Málaga concentra la mayor oferta de parques de ocio de Andalucía y los hay para todos los gustos. Los parques acuáticos ganan peso en las vacaciones de verano con sus extensos toboganes y sus piscinas de olas. En la Costa del Sol se puede visitar el parque Aqualand (Torremolinos), que cuenta con el tobogán más alto de Europa, con 22 metros de bajada; Aquamijas (Mijas), con divertidas atracciones para toda la familia, como Isla Lagartos o Laberinto; o Aquavelis (Vélez-Málaga) con una decena de actividades. Todos estos parques cuentan con una amplia oferta de restauración para reponer fuerzas en cualquier momento. 

Los pequeños exploradores y apasionados del mundo animal encontrarán también una gran variedad de propuestas en la Costa del Sol. Para descubrir los secretos de las profundidades marinas, en Benalmádena se encuentra el acuario interactivo Sea Life, donde se pueden observar más de 2.000 especies diferentes. También en esta localidad se ubica Selwo Marina, un espacio único en todo el territorio andaluz donde vivir una inolvidable experiencia junto a delfines, leones marinos y pingüinos. 

Para disfrutar de la naturaleza salvaje, Selwo Aventura, en Estepona, ofrece la oportunidad de realizar una gran expedición por diferentes territorios y conocer especies como el león, la jirafa, el hipopótamo, la cebra, el guepardo, la hiena, el suricato, el lince ibérico, el elefante asiático o el panda rojo. Cuenta también con otras atracciones, como puentes colgantes, la tirolina Ziwa o las camas elásticas para los más pequeños.

Bioparc Fuengirola es un novedoso concepto de zoo donde los animales conviven en una recreación de su hábitat natural. Visitarlo es adentrarse en un auténtico documental sobre los más profundos bosques tropicales de Madagascar, África Ecuatorial, el Sudeste Asiático y las islas del Indo-Pacífico. Otros lugares recomendados para disfrutar con los más pequeños es Lobo Park, en Antequera; el Mariposario de Benalmádena; Cocodrilos Park, en Torremolinos; o Reservatauro, en Ronda, una ganadería de toros bravos y caballos ubicada en plena naturaleza.

Tras un intenso día de acción, lo mejor es relajarse con una agradable cena en cualquiera de los chiringuitos que salpican el litoral malagueño. La oferta gastronómica del verano pasa por el suculento pescaíto frito y el espeto de sardinas. Otros platos de tradición marinera son la sopa de rape, el pimentón con almejas o el refrescante ajoblanco. 

Turismo activo

Rafting, descenso de cañones, piragüismo o equitación son algunos de los deportes al aire libre que más atraen a los niños. Y todos se encuentran en la Gran Senda, una serie de rutas de senderismo y cicloturismo enlazadas entre sí por toda la provincia malagueña. A lo largo de sus más de 650 kilómetros, divididos en 35 etapas, esta ruta circular atraviesa nueve espacios naturales de enorme riqueza ecológica, paisajes de contrastes que van desde la costa hasta la sierra y pueblos llenos de encanto. 

La Serranía de Ronda es el destino ideal para subir hasta el cielo o bajar a las entrañas de la tierra. Esta comarca malagueña ofrece numerosas actividades de turismo activo, como los vuelos en globo para disfrutar de las fantásticas vistas de la zona o las excursiones por el interior de las montañas con la ayuda de un guía. Adentrándose por la Cueva del Gato en Benaoján se puede visitar una maravillosa galería subterránea rica en formaciones geológicas. Otras cuevas espectaculares y que merecen una escapada son la famosa Cueva de Nerja o la Cueva del Tesoro, en Rincón de la Victoria, una de las tres cuevas de origen marino visitables del mundo y la única de Europa. 

Un lugar perfecto para visitar con niños es la Eco Reserva de Ojén, donde se pueden observar ciervos, muflones y cabras montés. Asimismo, se puede vivir una apasionante aventura haciendo una ruta en 4×4 por el Valle del Genal y conocer uno de los últimos ríos vírgenes del sur de la Península, un plan familiar que combina deporte, contacto con la naturaleza y diversión. 

Para reponer fuerzas tras una emocionante jornada en la comarca, hay platos tan contundentes como el conejo a la rondeña, las truchas a la serrana o la perdiz al tajo. También se puede optar por algo mucho más fresco y ligero, como el gazpacho. 

Parques para todos

La Costa del Sol ofrece impresionantes jardines para recorrer dando un relajante paseo, montado en bici, en patines e incluso en barca. Uno de los más bellos es el Jardín Botánico la Concepción, de estilo paisajista inglés, que cuenta con más de 150.000 plantas y más de 2.000 especies tropicales, subtropicales y autóctonas. Está considerado Bien de Interés Cultural (BIC). 

Se puede aprovechar esta excursión para visitar la capital malagueña y sumergirse en la cultura del tapeo en los alrededores de La Catedral, el Teatro Romano o el Museo Picasso. En los chiringuitos malagueños hay que pedir la característica fritura malagueña, donde el boquerón victoriano es el protagonista, y acompañarla de una ensalada malagueña, una ensaladilla de pimientos o unas berenjenas fritas con miel de caña. 

Algo parecido a un viaje hasta el continente asiático es lo que existe en el Jardín Oriental Bienquerido, en Alhaurín de la Torre. Se trata de uno de los jardines más peculiares de España, por su impresionante decoración de estilo japonés y sus curiosos ejemplares de plantas: bambú, juncos, bonsáis y cedros japoneses se unen a las numerosas pagodas repartidas por todo el recinto, a los puentes que ensamblan las orillas del río, una cascada y hasta un jardín zen. 

Tras la visita, la comarca del Valle del Guadalhorce posee una amplia variedad de ventas y restaurantes en los que degustar platos tan típicos como el gazpacho y las ‘patatas viudas’, un ‘estofado’ que no lleva carne muy popular en la zona.

En Torremolinos, el Parque de la Batería cuenta con un enorme lago de alrededor de 9.000 metros cuadrados, que se pueden recorrer dando un agradable paseo en barca. A lo largo de todo el parque se pueden ver cañones de artillería con un gran interés histórico. En la torre de defensa hay un mirador desde donde se puede disfrutar de una maravillosa vista panorámica de la costa.

El Parque de la Paloma, ubicado en Arroyo de la Miel, Benalmádena, conviven un gran número de especies animales en libertad, como gallinas, conejos, tortugas, patos, ocas, pavos reales o cisnes. Además, el espacio cuenta con un pequeño zoológico con cabras de montaña y emús. Una de las cosas más llamativas de este parque es su enorme lago. Sus extensas zonas verdes son perfectas para disfrutar de un picnic en familia.

Los amantes del mundo marino disfrutarán a lo grande paseando por el Parque de Poniente, en Fuengirola, que cuenta con un barco gigante y donde hasta el suelo acolchado de la zona de juegos representa las olas del mar. En el centro de Marbella se halla el parque Arroyo de la Represa. El espacio cuenta con cerca de 18.000 metros cuadrados con diferentes áreas: parque infantil, pistas deportivas, zona de skate… El parque cuenta con un museo dedicado a los bonsáis.

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