En poco tiempo llegarán a los lineales los nuevos aceites del año. Frescos, aromáticos, con un leve picor, herbáceos, toda una sinfonía en boca y en nariz. La nueva temporada para el ‘oro verde’ será muy fecunda. A esto ha contribuido una primavera suave, un verano menos riguroso de lo normal, y amplias lluvias durante el otoño. Diciembre ha estado a salvo de los aguaceros y ha permitido una cosecha tranquila y sin contratiempos. La provincia registrará una producción que rondará las 80.000 toneladas para la campaña 2018/19, según las primeras estimaciones de Coag Andalucía. Esto significa un aumento de casi el 40 por cien respecto a la anterior cosecha. Ocupa la quinta posición de Andalucía, en términos cuantitativos, aunque es preciso señalar que solo la región concentra el 85 por ciento del total nacional. Por este motivo, no es raro descubrir Málaga supera a comunidades enteras como Aragón o la Comunidad Valenciana. Y a los números nos remitimos: aglutina 120.000 hectáreas. ¡Ahí es nada! A nivel cualitativo, la provincia mediterránea posee “la particularidad de ser la única que alberga una denominación de origen vinculada al aceite –DO Antequera- y otra a la aceituna de mesa, la DO Aceituna Aloreña”, señala el responsable de Relaciones Corporativas de Dcoop, Esteban Carneros. Esto hace de Málaga un destino singular y, realmente, apetecible para los amantes del ‘oro verde’.
Villanueva de Algaidas es una de las localidades que están ubicadas a los pies de la denominada sierra de Arcas, dentro de la comarca de la Sierra Norte de Málaga. Allí, entre un espeso olivar, se puede visitar un extenso patrimonio histórico y artístico. Además de yacimientos prehistóricos y de la etapa medieval, sobresale muy especialmente el legado del escultor local Miguel Ortiz Berrocal, cuya obra se puede ver en parte en algunos de los espacios del pueblo. El paisaje agrícola se fusiona aquí con el arte y la historia.
Actualmente en Villanueva de Algaidas se puede ver no sólo parte de la obra del escultor Miguel Ortiz Berrocal, sino también su taller o lo que en su día fue la última vivienda que tuvo en el pueblo. Todo ello se engloba dentro de lo que se denomina Sistema Museo Berrocal. Dentro de ese complejo se encuentran tres espacios expositivos distintos. Por una parte, se encuentra el Museo, que cuenta con la primera sala de obra pictórica y gráfica. Por otra, se puede visitar también el Estudio-Taller, donde se descubre el increíble y complejo proceso creativo y técnico de realización de sus esculturas desmontables. En tercer lugar, también se abre la posibilidad e visitar la Casa-Museo, que permite conocer mejor la polifacética figura de Berrocal.
Las esculturas de Berrocal, fallecido en Antequera en 2.006, tienen la peculiaridad de que son desmontables, transformables y, a menudo, combinatorias. En ellas hay una búsqueda constante de nuevos conceptos y espacios desconocidos en el interior de la propia estructura que abre el camino para que el espectador se adentre en el mundo de la construcción y la deconstrucción. Para conocerlas mejor, se realizan visitas guiadas en los distintos espacios del Sistema Museo Berrocal.