Granada es una provincia que, por condiciones climatológicas, se ha convertido en un lugar de referencia para los cultivos subtropicales. Los más conocidos son el mango, el aguacate o la chirimoya, pero a estos frutos más tradicionales, se van sumando otras variedades como la pitahaya o fruta del dragón, de la que os contamos algunos detalles en Agro Granada.
El término pitahaya o pitaya proviene de las Antillas Mayores, del idioma taíno, y sig-nifi ca “fruta escamosa”. Tiene forma ovalada, con espinas por fuera y se pueden encontrar tres variedades: amarilla por fuera y pulpa blanca con semillas por dentro, roja por fuera y pulpa blanca o pulpa roja con semillas por dentro. Las pitahayas rojas con pulpa roja son más difíciles de cultivar y por ello menos frecuentes, si bien su sabor es más intenso que el de la de pulpa blanca.
Esta fruta contiene una pulpa suave, dulce y blanca en los cultivos de color amarillo y carmesí en las variedades de piel roja, que suelen contener menos azúcar. Además, el fruto es climatérico, es decir, madura en la planta y si se recolecta sin que esté maduro quedará verde y ácido, por lo que no será comercial.La pitahaya es una planta cactácea, y como tal, muy resistente a las sequías pese a que no resiste la insolación directa ni las temperaturas superiores a los 40 grados.
La planta es un cactus rústico, de tallos largos triangulares, cuyos ten-táculos buscan las rocas incesantemente por las que sienten una especial predilección, haya tierra cercana o no. El fruto es una baya de forma ovoide, alargada y en algunos casos redonda, que llega a pesar entre 200 gramos y 400 gramos aproximadamente. La cáscara está compuesta por formaciones salientes llamadas brácteas. La formación del fruto desde la polinización hasta la recolección dura de cuatro a ocho meses dependiendo de las temperaturas existentes.
Datos no hay muchos al respecto, ya que es un cultivo que empezó recientemente y el 80 o 90 por ciento de la producción de Granada no supera los cuatro años, según explica Maite, de Huerta Tropical, quien calcula que serán unas 10 hectáreas en toda la comunidad y en Granada hay sólo 3 productores, que se conozcan. Es un cultivo, nos cuenta, que da 8.000 kilos por hectárea en un año. Es a partir del quinto año, cuando está en pleno rendimiento, unos 50 kilos anuales cada planta y es que, según parece, se va duplicando la producción de este fruto.
Por tanto, la pitaya es muy ventajosa para el agricultor al no necesitar mucha agua, requerir poca intervención humana y ser rentable, ya que, en apenas cien metros lineales se pueden cultivar hasta 334 plantas de pitaya. El precio al consumidor puede alcanzar los 20 euros el kilo
Las semillas de la pitahaya son comestibles, ricas en fibra y con-tienen ácidos grasos. Además, aportan bajos niveles de proteína y grasa, siendo su mayoría del tipo monoinsaturada. La fruta del dragón es una buena fuente de fibra, gran reguladora del sistema digestivo y su ingesta supone muy pocas calorías, debido a su escaso contenido en hidratos de carbono, lo que la hace idónea para combinar con otras frutas con más nutrientes.
Se trata de una fruta muy rica en antioxidantes y vitamina C, cuyo consumo ayuda a reforzar el sistema inmunológico.La pitahaya aumenta la absorción de hierro en combinación con otros alimentos, recomendando su consumo en casos de anemia ferropénica. Sus altos niveles de vitaminas B1, B2 y B3 ayudan a hidratar la piel y combatir las enfermedades cutáneas. Es una fruta muy hidratante debido a su gran contenido de agua, utilizada para combatir la retención de líquidos.
La pitahaya tiene una larga durabilidad. Es una fruta que en la nevera puede conservarse durante semanas y a temperatura ambiente aguanta varios días, según Huerta Tropical. A medida que madura, su piel pasa de ser verde a rosada y sus hojas verdes tienden a secarse y ponerse de color marrón.
Podemos disfrutar de una pitahaya madura cuando su piel está completamente rosa, sabiendo que la pulpa estará perfectamente a pesar de que las hojas estén secas y deterioradas.La mejor manera de comer la pitahaya, pitaya o fruta del dragón es como fruta fresca. La de pulpa rosa se puede usar como colorante natural en repostería, cocina y coctelería. También combina muy bien en macedonias y ensaladas. Para dar un toque original y exótico podemos añadírsela a batidos, helados o realizar mermeladas.