El vino blanco es una excelente bebida para tomar a modo de aperitivo y durante las comidas, tanto en ocasiones especiales como para consumir –y disfrutar, cómo no– en el día a día. Refrescante y con unas características organolépticas inconfundibles, hay que añadir otra cualidad más a estos caldos, la polivalencia. Lo demuestra nuestro bartender, Víctor Varela, que se ha puesto manos a la obra y ha ideado dos propuestas de cócteles, a cuál más delicioso, en los que el vino blanco es la estrella. “Es muy digestivo y tiene unas notas de sabor y aroma que lo hacen ideal para utilizarlo en coctelería”, nos explica.
La clave está en respetar el producto. “El vino está vivo y por eso hay que cuidarlo, no maltratarlo. Es así que nos puede dar mucho juego para preparar tanto aperitivos como bebidas para después de comer, para la sobremesa”, añade Varela.
En la provincia de Málaga podemos presumir de tener algunos de los mejores vinos de esta familia y a algunos de ellos ha recurrido nuestro colaborador. Para empezar, el moscatel seco Flor Floris, de Bodegas Pérez Hidalgo (Álora) y para seguir, Jarel seco y afrutado, de Almijara (Cómpeta). Ambos podemos tomarlos para ir abriendo el apetito, el Segundo, incluso, para disfrutar en la sobremesa.
A continuación, unas anotaciones sobre ingredientes y forma de prepararlos para quien ya esté imaginándose lo rico que saben estos cócteles con vino blanco.
~ BLANC-GRONI ~
Una variante del cóctel italiano negroni, originario de Florencia.
2 cl. de vodka, 3,5 cl. de vermut blanco St. Petroni, 6 cl. de Jarel seco y 1 cl. de lima recién exprimida. Se utiliza el vaso mezclador y decoramos con las hojas de lima.
~ MOSCATGIN ~
La reinvención del gin tonic. 1,5. cl de ginebra Simbuya (100% malagueña, de Cuevas Bajas) , 5 cl. de Flor Floris, tónica y uvas.
Esta versión de uno de los clásicos entre los combinados se sirve en vaso ‘long drink’ o en vaso alto tallado y se elabora en coctelera. Vamos a mezclar uva machacada y el resto de ingredientes, a excepción de la tónica, que se sumará después. A continuación se hace un doble colado, se pasa al vaso y se termina con la tónica. ¿Para decorar? Un twist de limón y pomelo deshidratado para poner una nota de color.
Fotografías: Carlos Castro