KGB: una hamburguesa casi adolescente

En ocasiones, algunas recetas tienen tanta identidad que se convierten en parte de nuestra vida y verdaderos iconos que nos hacen relacionarlos de inmediato con el restaurante donde se sirve. Es el caso de la Hamburguesa de Rabo de Toro de KGB que estos días cumplía sus diez añitos rodeada de amigos.

Sus creadores, Pachu Barrera, José Alberto Callejo e Irene Garrido celebraron una fiesta de cumpleaños donde no faltó un solo detalle, amigos, premios y hasta una gran tarta cortesía de Candy’s Repostería Artesanal.

En los discursos, mucha emoción y buenos recuerdos. José Alberto recordaba a la perfección que la hamburguesa fue creada el lunes 2 de febrero de 2009, el 7 de abril de 2017 ya habían llegado a las 50.000 hamburguesas servidas. En estos días de celebración de sus diez años de historia, presumen de haber servido más de 75.000 unidades.

Entre los invitados , amigos de KGB como el equipo de Cervezas Victoria, los compañeros del Restaurante Eboka, blogueros gastronómicos como, Hanni Martini, Reme Reina de “Al Sur del Sur”, Mari Ángeles Sánchez de “Cocina sin Miedo” Toñi Sánchez del Blob Mi Cocina o Manolo Medina crítico gastronómico entre otros.

Sobre la elaboración de la hamburguesa, sus creadores nos cuentan todos los secretos. La carne fue una solución más que una creación, ya que requería de una técnica ingeniosa del que entonces era chef de KGB, Pachu Barrera, que pasaba por utilizar dos carnes diferentes con dos tipos de coción.

José Alberto e Irene se encargaron de hacer la salsa, otro de sus grandes secretos. Para ello se basaron en un cocktail que se servía en Acapulco, hecho a base de jugo de carne campbells, cerveza y tabasco, que se utilizaba para curar la resaca. Este cocktail era muy popular en los años 80 y actualmente sigue existiendo bajo el nombre de Bull. El matrimonio tardó unos diez minutos en hacer la salsa, Irene se ocupó de la mayonesa y José Alberto con los aliños.

El pan es un Brioche dulce, se basaron en una Berlina de Crema, pero sin crema, ni azúcar, disfrazada de pan de hamburguesa, lacada con huevo y semillas de ajonjolí.

 

Con todo ello se crea un plato capaz de perdurar en el tiempo. Ahora cumple sus diez añitos, justo el momento de empezar su adolescencia, y todos coinciden en que está para comérsela!!

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