Enclavado en el Bajo Genal, pero muy próximo a la Costa del Sol Occidental, de la que le separa visualmente la sierra Bermeja, Genalguacil es una pequeña villa de la Serranía de Ronda que se ha dado a conocer en el mundo gracias a su apuesta por el arte. Allí se celebran cada dos años un evento en el que participan de modo altruista creadores de distintas disciplinas. Éstos, sólo a cambio de manutención y alojamiento, elaboran sus obras para que se incorporen como legado artístico del pueblo. Gracias a ello, Genalguacil tiene más de un centenar de creaciones originales repartidas tanto por su casco urbano como en su museo.
Pasear por Genalguacil es como hacerlo por un museo al aire libre. En un recorrido por sus calles, plazas y rincones con encanto, el viajero se encontrará con sorpresas muy agradables en forma de esculturas, pinturas murales u otras creaciones originales, que se han ejecutado y diseñado en sus Encuentros de Arte para que formen parte del patrimonio local. Esta iniciativa, única en el mundo, hace que desde 1.994 hasta la actualidad el pueblo cuente con un legado artístico impensable para una villa de su tamaño. Algunas de esas creaciones están dentro del Museo Permanente de los Encuentros de Arte del Valle del Genal, para evitar que se deterioren con las inclemencias del tiempo.
Pero además de todas esas obras de arte, en Genalguacil se puede disfrutar también de una arquitectura popular similar a otros pueblos del entorno, con calles angostas, pasajes insólitos y sorprendentes miradores al espectacular valle del Genal.
Como edificio singular, sobresale especialmente su iglesia, la parroquia de San Pedro Mártir de Verona, levantada en el siglo XVII sobre las ruinas del templo que fue destruido durante la rebelión morisca de Sierra Bermeja (1570). En la actual, sobresale especialmente su torre octogonal.
Genalguacil tiene algunas rutas de senderismo y carreteras que le permiten conectar con el valioso paraje ecológico de los Reales de Sierra Bermeja, que comparte con Estepona, Casares y Jubrique. La singularidad de este espacio protegido comienza en su valor geológico, ya que es una de las mayores extensiones de Europa en peridotitas, unas rocas ricas en platino que son, a la postre, las que le dan a esta sierra ese llamativo color granate o color bermellón.
Pinsapo
En esta superficie crecen hasta medio centenar de especies vegetales de extraordinario valor. La más mimada es el pinsapo, ese abeto que sobrevive después de millones de años en la Sierra de las Nieves, en la Sierra de Grazalema y en Los Reales de Sierra Bermeja. Hay varios bosques de este admirable árbol, como el de La Plazoleta, incluido en el término de Genalguacil o el de La Mujer, en el monte conocido como Los Reales Chicos. El primero de ellos puede ser admirado a través del denominado Paseo de los Pinsapos, de muy fácil acceso. A la sombra de estos árboles, se recorre un sendero en el que se puede disfrutar de la tranquilidad con la que suele recompensar la naturaleza a sus amantes.
En el camino desde Genalguacil hacia los Reales, por la carretera de Peñas Blancas, se puede visitar también otro de los rincones naturales más espectaculares de la zona, el Charco Azul. Con ese nombre se conoce a una de las pozas de agua cristalina del arroyo Estercal. Si se asciende por el curso de este río, también se podrán ver otras estampas similares.
Genalguacil también mira y mucho al principal río de la zona, el Genal. Desde el pueblo se puede descender en dirección a Algatocín por una sinuosa carretera que conduce hacia el puente de San Juan, donde aguardan algunos de los lugares más espectaculares del río. Aunque esta parte se encuentra del término municipal de Jubrique, su cercanía al pueblo de Genalguacil hace que sea uno de los lugares más recomendados llegado el verano, ya que allí se forman algunas pozas muy singulares, como son el Charco ‘Picao’ o el Charco Estrecho.
CÓMO LLEGAR
Para llegar a Genalguacil existen dos posibilidades. Por un lado, se puede ir desde la Costa del Sol. Concretamente del casco urbano parte una carretera que conduce tanto a este pueblo como a su vecino Jubrique. A la altura de los Reales de Sierra Bermeja habrá que tomar el desvío señalizado hacia el pueblo por la llamada carretera de Peñas Blancas. Otra opción es ir desde Ronda por la carretera de Algeciras hasta la altura de Algatocín. Una vez en este pueblo, hay que atravesarlo para buscar la salida indicada a Genalguacil.
DÓNDE COMER
La carne de cerdo es uno de los productos tradicionales de esta zona de la Serranía de Ronda. En el pueblo, cuentan con un plato muy original en el que le sacan buen partido a estas viandas: el salmorejo de carne, que se aliña con limón, perejil, cebolla y ajo. También hay muchos platos tradicionales que usan como ingredientes principales productos de la huerta o del entorno, como son los potajes de tagarninas o hinojos, el gazpacho caliente o la sopa de tomates, entre otros. Entre los cultivos de la zona, destacan muy especialmente las castañas y las cerezas.
En lo que se refiere a restauración, existen opciones de cocina más tradicional, como la Venta Las Cruces, situada en uno de los extremos del casco urbano, o de gastronomía más vanguardista, como el restaurante-galería El Visir, en una de sus calles más céntricas.
DÓNDE DORMIR
Entre los alojamientos más recomendables, existen casas rurales situadas prácticamente en el corazón del pueblo, como las de Urda o Harillo. También hay un complejo rural en el que hay casas, apartamentos y un coqueto hotel. Este último es la conocida como Posada del Recovero.