Tiene un acceso sinuoso, entre curvas, que pronto quedan en el olvido cuando se ven sus principales atractivos. Benaoján es una de las puertas malagueñas al parque natural de la Sierra de Grazalema y uno de los primeros vigilantes del Guadiaro, un río que ofrece algunas de sus mejores estampas en sus tierras.
Entre esos enclaves espectaculares están las Angosturas del Guadiaro, una estrecha garganta que sólo se podrá disfrutar si se hace a pie la etapa de la Gran Senda de Málaga que une a esta localidad con su vecina Jimera de Líbar.
Pero, más allá de ese enclave, si por algo es conocido esta población de la Serranía de Ronda es por sus grutas. No puede ser casualidad que dos de las cuevas más importantes de Andalucía se encuentre en el término municipal de Benaoján, en el Valle del Guadiaro. Los valiosos hallazgos encontrados en las grutas de La Pileta y del Gato y la naturaleza kárstica de esta zona evidencian que los primeros pobladores encontraron hace ya unos cuantos milenios una zona idónea para vivir. El pueblo, famoso entre otras razones por sus chacinas artesanales, es hoy un destino muy interesante para los amantes de la geología y de la Prehistoria.
A pocos kilómetros del pueblo en dirección a Jimera se puede visitar la antes mencionada Cueva de la Pileta, una cavidad también conocida como la ‘Altamira de Andalucía’ por las valiosas pinturas rupestres del Paleolítico Superior halladas en su interior. La cavidad, que es explotada hoy por los herederos de su descubridor, abre al público todos los días.
Es necesario reservar entrada con antelación para poder entrar en ella. El precio para los adultos es de 8 euros, mientras que niños y estudiantes sólo tendrán que pagar cinco euros. En el otro extremo del término municipal, se encuentra la Cueva del Gato, uno de los lugares más emblemáticos de la Serranía de Ronda y no sólo lo es por sus dimensiones sino también porque durante milenios ha servido de refugio natural, desde los primeros pobladores de la zona hasta los bandoleros de los siglos XVIII y XIX.
La cavidad ha sido formada por un río subterráneo, el Gaduares, que se une metros más abajo con el curso de Guadiaro. El río tiene un recorrido dentro de la cueva de más de cuatro kilómetros. Aunque no se puede entrar en la gruta sin autorización previa y el equipamiento necesario, se puede contemplar una gran cascada y una poza de agua cristalina que deja el río en su entrada. Desde hace unos meses, se ha regulado su acceso con el cobro de una entrada para proteger este valioso monumento natural de la Comunidad Antonóma de Andalucía.
Además de estas interesantes visitas, no hay que eludir otras por el propio núcleo urbano, donde aguarda la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, a la que se accede por un auténtico laberinto de calles en las que merece la pena perderse para dejarse sorprender por el encanto de este pueblo, situado a los pies de la sierra de Juan Diego.
Gastronomía
La gastronomía es uno de los pilares fundamentales de la oferta turística de Benaoján. Son famosos los embutidos y otros derivados del cerdo que se elabora en las distintas empresas y fábricas de la localidad. Hay mucho donde elegir, pero sobre todo mucha calidad, alcanzada después de muchas generaciones empeñadas en el camino de la excelencia. Además, en el propio pueblo se elaboran sabrosos panes tradicionales, entre los que destacan los molletes. Para encontrarlos, basta con ir hasta Máximo, una referencia entre los obradores artesanales no sólo de la Serranía de Ronda sino también de toda la provincia de Málaga.
• Cómo llegar. Desde el pueblo de Ronda se puede acceder tanto a Benaoján como a su núcleo de origen ferroviario a través de las carreteras MA-7401 y MA-8400. Con la primera se llega hasta el núcleo de la Estación, mientras que con la segunda se accede al principal casco urbano.
• Dónde comer. Tanto en el casco urbano como en el núcleo de la Estación de Benaoján hay varias opciones para disfrutar de la gastronomía local, donde no suelen faltar los embutidos y otros derivados del cerdo. Así, entre otras opciones, entre los bares y restaurantes más recomendables están La Palma, García, El Muelle o El Tajillo. Junto a la carretera que une a esta localidad con Ronda hay también otras opciones tradicionales como la Venta Cueva El Gato y Las Banderas.
• Dónde hospedarse. En su término municipal Benaoján ofrece muchas opciones para hosperarse. Entre ellos, varios hoteles rurales, como son el del Molino del Santo, en la Estación de Benaoján, o los de Dehesilla y la Cueva del Gato, ambos situados en el entorno de este monumento natural. A ello hay que unir decenas de casas y complejos rurales.