Canillas de Albaida, conocido desde hace años con el apodo turístico de ‘Perla de la Axarquía’, por la blancura que refleja su casco urbano, ofrece un sinuoso recorrido por sus empinadas calles, casi laberínticas, vestigios de su pasado andalusí. Al encanto de su casco urbano, hay que unir otros atractivos, como su entorno natural, sus tradiciones o su riqueza gastronómica.
A pesar de ser un pueblo de menos de ochocientos habitantes, en sus más de treinta kilómetros de superficie aguarda un interesante recorrido por la historia. Así, en su propio casco urbano también se pueden visitar algunas joyas arquitectónicas, como la ermita de Santa Ana, construida durante los siglos XVI y XVII. Este pequeño templo, recubierto completamente por cal, está declarado como Monumento Histórico Andaluz.
El edificio está situado en una loma que domina al pueblo y desde donde se pueden ver hermosas vistas de las sierras de Almijara y Tejeda, así como las poblaciones vecinas de Cómpeta, Sayalonga o Corumbela. Dentro del pueblo se puede visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Expectación, de misma época que la ermita de Santa Ana. A este patrimonio religioso hay que añadir la capilla de San Antón, que tiene su origen en el siglo XVII, si bien lo que se ve de ella ahora responde más a la restauración realizada en la pasada centuria.
A esos edificios hay que unir el vetusto puente situado en el Camino de las Cuestas, de aspecto medieval, pero de origen romano. No en vano, todo parece indicar que allí se unen dos antiguas calzadas, en el inicio del valle del río Turvilla. Hoy forma parte de una serie de puentes de época similar construidos en esta abrupta zona de la Axarquía. Se pueden ver construcciones parecidas tanto en Salares como en Sedella.
Buena parte del atractivo de Canillas de Albaida radica en su ubicación en pleno parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Gracias a ello, no muy lejos del pueblo se puede visitar el paraje conocido como la Fábrica de la Luz. Junto a un área recreativa donde es posible acampar o simplemente pasar un agradable día de campo, se puede disfrutar de zonas ribereñas y montañosas.
Este rincón, que es el punto de partida para algunas rutas de senderismo, es atravesado por los arroyos de Turvilla y Cueva del Melero, que conforman un paraje realmente idílico. Sus aguas bajan con intensidad durante casi todo el año, formando una bella estampa entre rocas que han sido erosionadas y pequeñas cascadas que componen su propia banda sonora.
En este entorno se suele disfrutar de la paz y el sosiego con los que a veces nos recompensa la naturaleza. Merece la pena recorrer ambas orillas y deleitarse con los caprichos de estos arroyos. Por este camino y en el entorno que rodea a las instalaciones recreativas, se encuentra una gran variedad de especies vegetales. Frecuentemente se pueden ver madroños, adelfas, sauces blancos y helechos, que componen un interesante contraste con las zonas cultivadas por el hombre, con árboles frutales, olivos, higueras y algún que otro nogal.
Gracias a su entorno natural, Canillas de Albaida ofrece uno de los mejores recorridos de la Gran Senda de Málaga. En concreto, por allí pasa la séptima etapa de este itinerario provincial. A su paso por la localidad, el senderista podrá disfrutar de bonitas vistas panorámicas, un valioso patrimonio histórico o de las típicas huertas abancaladas de la zona.
Canillas de Albaida es también un pueblo abonado a las tradiciones. Entre ellas, no faltan las gastronómicas. Muchos vecinos todavía conservan las costumbre de elaborar sus propios vinos y secar sus propias pasas, siempre de la variedad moscatel. Además, en su repertorio culinario no faltan platos como el potaje de hinojos, las migas de harina, las gachas el choto o el chivo ‘aliñao’ y la calabaza frita. También es posible encontrar quien elabora todavía la artesanía con espartos, para hacer cestos u otros utensilios.
Entre las fiestas que tiene la localidad, hay algunas muy peculiares, como las que se celebran en Navidad. Además de una rifa popular, la Misa del Gallo o un belén viviente, allí se conserva una tradición muy curiosa, la de vestir una imagen del Niño Jesús.
Otras citas populares y religiosas importantes de este pueblo son la Fiesta de San Antón, la Romería de San Juan, la Semana Santa, la Feria de Agosto, el Día del Pedal o la Semana Cultural.