Una de las actividades que invita a practicar en familia es hacer una ruta de senderismo; disfrutar de los bellos parajes que ofrece la provincia de Granada; del entorno medioambiental donde respirar aire puro y disfrutar de los manantiales de agua natural, como en la localidad de Lanjarón.
Es precisamente aquí donde arranca un sendero en el que nos vamos a detener en este número de Agro. Os vamos a proponer en realidad un sendero de gran recorrido, el GR 142 que une la Alpujarra de Granada y Almería recorriendo sus rincones más secretos, en un recorrido de 13 etapas y casi 150 kilómetros. Es ideal para recorrerlo en cualquier estación del año aunque quizás sea más recomendable en primavera y otoño debido a las altas temperaturas del verano y a la posibilidad de nieve en plena época invernal. El sendero está totalmente homologado y señalizado.
Puede ser recorrido a pie, a caballo y en bicicleta de montaña. Tiene una altura mínima de 345 metros y una altura máxima de 1.609 metros. Es por ello un recorrido que ofrece al caminante grandes y maravillosos contrastes paisajísticos. Su trazado transcurre por las provincias de Granada y Almería, atravesando la cara Sur de Sierra Nevada y pasando por varios munici-pios como Lanjarón, Órgiva, Mecina Fondales, Busquístar, Cástaras, Cádiar, Jorairátar, Lobras y permite que descubramos en los pueblos alpuja-rreños una impresionante arquitectura popular de fuerte arraigo árabe y huertas que conservan sus labores tradicionales agrícolas, descubriendo la amabilidad y autenticidad de sus gentes, su historia, cultura, tradiciones, artesanía y sabrosa gastronomía.
COMIENZA LA RUTA
La Senda de la Alpujarra comienza en Lanjarón y continúa hasta Órgiva en su primera etapa. Es un recorrido de unos 7 kilómetros en el que tardaremos unas 3 horas aproximadamente si vamos caminando. Después de disfrutar de las fuentes medicinales y las aguas de este pueblo nos adentramos en plena Alpujarra, concretamente en la parte más al sur, en el municipio de Órgiva, donde hasta se cultivan algunos aguacates, más típicos de la zona de la Costa Tropical
El siguiente tramo, entre Órgiva y Mecina Fondales, es el más largo, con 17 kilómetros y unas 7 horas de duración. Ascendiendo desde Órgiva por el río Guadalfeo, va cruzando por sus carihuelas -serpenteantes caminos empedrados- y enlazando pueblos preciosos como son los de la Tahá, Busquístar, Notáez, Cástaras, Nieles y Lobras. Pasa asimismo por numerosos molinos de agua.
El sendero es un placer y gozo en todos los sentidos ya que transcurre a través de antiguas cañadas reales, veredas, carihuelas en pleno Parque Natural y Parque Nacional donde hay ríos, acequias, ramblas y barrancos.
Desde Cádiar, siguiendo en dirección Este, el sendero salta a otra vertiente: la del río Adra que lleva sus aguas más directamente al mar Mediterráneo que el del Guadalfeo. Entre ramblas cubiertas de vegetación transcurre por poblacio-nes insólitas como Jorairátar, Darrícal, Lucainena y Alcolea.
LA RECTA FINAL
Si decidimos seguir adelante otro día, el sendero entra en el valle de Andaráx, entre fuentes y viñas; por Laujar de Andaráx y los pueblos de Benecíd, Almócita y Padules. Y desde Canjáyar, por una bonita subida de parrales, llega a Ohanes y cruza la sierra en dirección noroeste, hacía Abrucena para terminar en la villa histórica de Fiñana.Evidentemente, al ser una senda de tal longitud y que pasa por tal cantidad de localidades, existen en la zona múltiples tipos de alojamientos rurales en los que poder descansar para coger fuerzas y continuar la marcha después de un buen descanso y sueño reparador en uno de estos establecimientos en los que además podremos darnos un homenaje degustando la gastronomía tradicional y típica de cada pueblo.